domingo, 9 de noviembre de 2014

DESTOXIFICACIÓN DE ÓRGANOS INTERNOS- CURA TIBETANA DEL AJO.

Dentro de las negociaciones que habitualmente el Ser hace, en relación con su salud, existe la tendencia a “conformarse con un poco menos de lo que le hace mal” en lugar de decidirse a modificar una forma de vida, que lo lleva por el camino de la enfermedad, en cualquier plano de manifestación. Probablemente, se contente con comer dos milanesas con papas fritas en lugar de tres, o tomar sólo dos copas de vino a la hora de la cena, en lugar de una botella entera. Como si la posibilidad de elegir alimentarse con aquello que mantenga su energía equilibrada, fuese imposible. Y realmente, se siente muy satisfecho, si llega a fumar sólo 2 atados de cigarrillos en lugar de 4. No vamos a decir que es lo mismo, dos que cuatro. Es mejor, o sea, lo "opuesto de bueno". Pero es que pasado cierto punto, se pierden las referencias. Podríamos entrar en una explicación científica sobre el efecto nocivo de sustancias como las harinas y azúcares refinados, los aceites (con excepción del Oliva y de primera prensa), los fritos, etc. en el organismo. Pero no serviría de nada. Porque lo que falta, es la necesidad de convivir con lo sano. Con lo que no daña. El ser no soporta el estar bien, el ser feliz o estar sano. Se ha naturalizado la incorporación diaria de destrucción orgánica, energética, emocional, relacional, intelectual, mental y espiritual, como si tal cosa. Eso, ahora, es lo…(no quiero usar la palabra “NORMAL”)…digamos…CORRIENTE. Respirar mal, comer peor, tratarse mal, hablar y actuar vulgarmente, olvidar a ese artista que agoniza en la inconciencia, esperando por una oportunidad de despertar y manifestarse. Vivir en la vulgaridad de la forma, olvidando hasta el buen gusto. Esa exquisita copa de Malbec, debe convertirse en una borrachera, ese cigarro cubano especial, culmina en consumo masivo de toda la caja, ese despertar del soplo sexual sensitivo, se convierte en una grosería, una vulgaridad, una rusticidad. ¿Dónde quedó esa necesidad del Ser, de sentirse impulsado a mejorar, pulirse, suavizarse, afinarse y apostar por lo puro, lo sano, sentirse confiado y confiable? Excusas y justificaciones aparecen siempre. Como si se hubiese perdido la capacidad de identificarse con un referente y ser coherente y consecuente con él. Por ejemplo, “soy vegetariano, pero como carne”; “Soy Católico, apostólico y ROMANO, pero…racista”. En esta sociedad que hemos inventado y alimentamos a diario, el expresarse honesta y sinceramente, con respeto y cuidado, poco menos que asusta. Se toma como una exposición gratuita. Estamos tan acostumbrados a vivir en la apariencia, a mentir, a sobre adaptarnos, a rendirnos, que la sinceridad, nos provoca desconfianza. Sospechamos del sincero, porque…”algo está ocultando en el fondo”. Y no. No oculta nada. Es libre. Nada más. Libre sin dañar. Es un ser puro. Una excepción, seguramente. Pero, eligió la pureza. Y su transparencia, ciertamente, será el reflejo de su falta de rencor, en un mundo cada vez más rencoroso, vengativo e insolidario. Pero además, su sinceridad, pondrá en evidencia la insinceridad de cualquiera. Estamos rodeados de Drs. Jekylls and Mr. Hydes, de Increíbles Hulks, de Gladiadores y Hércules, debatiéndose entre el artista interno y su forma externa. Como si la evolución fuese ligada a una desconexión con lo puro, porque es algo que el ser no puede manipular. Justamente, porque es puro. Se siente perturbado. Entonces, lo ensucia. Por dar un ejemplo: “Amo la música, la danza, las libres expresiones de las ideas, el arte, amo a la gente cuidadosa, respetuosa, las reuniones con amigos, las fiestas, amo viajar, conocer gente maravillosa, aprender de ellos, de sus ideas y creencias diferentes de las mías, amo mi vocación y dedicar mi vida a aquello en lo que creo, amo el buen gusto, el respetar lo diferente, amo al que cree y confía, compartir, la capacidad de entrega y la solidaridad, lo original, auténtico, sincero, amo la vida, y a los que la custodian simplemente, porque es vida”.Esto es UNICIDAD. Pero, no puedo amar la música y no danzar, porque ya estoy grande para eso o porque no se bailar bien. No puedo entregarme a lo que amo dejando un pié afuera por si acaso, no puedo ser solidaria si, en el fondo, estoy especulando, no puedo confiar, si…si…si desconfío! Esto es DUALIDAD, ambigúedad. Son sólo excusas para no corregir lo que en el fondo, (a veces muy en el fondo) se sabe o al menos se intuye, que no está vibrando en la sintonía del AMOR. La propuesta para esta semana sería, entonces, bucear por las profundidades de lo PURO, si, aunque usted no lo crea, aún hay pureza por todos lados, es sólo que se cotiza muy bajo en plaza, hoy por hoy. Es una propuesta iniciadora de la Escuela. Trabajar la RESPIRACIÓN, la ALIMENTACIÓN, los PENSAMIENTOS, las RELACIONES, las EXPERIENCIAS EMOCIONALES PASADAS y reconstruirlas para que no condicionen lo nuevo, lo fresco, aflojarle a LA MAQUINITA TRITURADORA INTELECTUAL, CIENTÍFICAMENTE COMPROBADA. El que cree, el que tiene Fe, no necesita que le demuestren nada. Decidirse a liberar la MENTE para que pueda cumplir con su función de director de orquesta de todos los planos y, re-conectar, desarrollar o profundizar en lo Espiritual. Esto es algo en lo que trabajamos siempre en la ESCUELA, a través de lo que nos reune. La Meditación, la Oración, El trabajo de M.O.V.E.R.S.E., desprendimiento del yoga dinámico y los centros de energía, el Taiji Qigong, la MEDICINA TRADICIONAL CHINA, la Psicología referenciada en lo Social y la Filosofía. Trabajar sobre la purificación de los órganos internos es sencillo y barato. Hoy, quiero compartir con ustedes, una cura Tibetana, en este caso, a base de ajo macerado. Es desintoxicante y fue hallada en un Monasterio budista del Tibet. Lo que no significa que si usted no es budista, no la pueda hacer. Muchos sacerdotes han sido tratados con ella y no han traicionado por eso a su religión. La realicé ya hace varios años y estoy a punto de repetirla.

Ingredientes para la cura tibetana del ajo
• 350 g. de ajos crudos, pelados y triturados.
•250 ml de Aguardiente o alcohol de 70º para uso interno

Elaboración de la cura tibetana del ajo
Poner los ajos triturados junto al Aguardiente o alcohol dentro de un frasco de vidrio.
Cerrarlo bien fuerte y ponerlo en la heladera durante 13 días. Cumplido el plazo, filtrarlo con un colador de gasa o tela fina.
Volvemos el producto colado al tarro y lo conservamos por 3 días más en heladera.

Modo de empleo y dosificación de la cura tibetana del ajo
Lo tomaremos en gotitas, con un poco de agua o leche, (a pesar de no recomendarles el consumo de lácteos, a quienes lo hagan habitualmente, les neutralizará el aliento a ajo). Tomarlo antes de las tres comidas principales, siguiendo las pautas de esta tabla:
DÍAS DESAYUNO COMIDA (Almuerzo) CENA
1 1 gota 2 gotas 3 gotas
2 4 gotas 5 gotas 6 gotas
3 7 gotas 8 gotas 9 gotas
4 10 gotas 11 gotas 12 gotas
5 13 gotas 14 gotas 15 gotas
6 16 gotas 17 gotas 18 gotas
7 17 gotas 16 gotas 15 gotas
8 14 gotas 13 gotas 12 gotas
9 11 gotas 10 gotas 9 gotas
10 8 gotas 7 gotas 6 gotas
11 5 gotas 4 gotas 3 gotas
12 2 gotas 1 gotas 25 gotas

A partir de este día tomar 25 gotas tres veces al día hasta terminar el frasco.
Según la tradición, no puede repetirse el tratamiento antes de pasados los 5 años.
Ventajas o beneficios de la cura tibetana del ajo

• Mejora el sistema inmune fortaleciendo así nuestra resistencia frente a las infecciones.
• Ayuda a eliminar el colesterol.
• Es de gran eficacia para la hipertensión y los problemas de circulación
Según el manuscrito tibetano, sus beneficios son los siguientes
• Limpia el organismo de las grasas y lo libera de los cálculos depositados.
• Mejora el metabolismo y disminuye el peso del cuerpo llevándolo al peso normal.
• Deshace los coágulos de sangre y vuelve más elásticos todos los vasos sanguíneos curando también la arteriosclerosis.
• Actùa favorablemente sobre la isquemia, la sinusitis, la hipertensión y las enfermedades bronco pulmonares.
• Sobre el diafragma y el miocardio enfermo.
• Hace desaparecer el dolor de cabeza.
• Actùa favorablemente sobre la trombosis del cerebro, la artritis y la artrosis.
• Sobre el reumatismo, la gastritis, las úlceras de estómago y las hemorroides.
• Absorbe todo tipo de tumores internos y externos.
• Actùa favorablemente sobre los disturbios de vista y oído.
• En general todo el organismo se recupera.

Las personas con un estómago muy débil o fácilmente irritable deberán observar que tal les sienta.
No deben tomarlo quienes padezcan de úlceras intestinales.
En general todos aquellos que tomen alguna medicación (sobre todo anticoagulantes) bajo observación de un profesional competente.
Observaciones de la cura tibetana del ajo
El color verdoso que adquiere el alcohol macerado con los ajos es completamente normal debido a ciertos principios activos que contiene el ajo. Conservarlo en heladera, una vez finalizado el proceso de maceración, si bien en caso de realizar un viaje, puede llevarse en un frasquito con gotero, para no interrumpir la toma. Durante los primeros días pueden producirse manifestaciones y reacciones como erupciones cutáneas, mareos o dolor de estómago. Muchas de estas causas son debidas a la acción desintoxicante del ajo en nuestro organismo.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente, sobre todo si está usted bajo tratamiento de cualquier índole. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa

Los espero como siempre para “purificarnos juntos” danzando como amplificación de la consiencia.
Desde el alma y con el corazón”. Liliana Marcela Pérez Villar. lilianamperezv@gmail,com FB: ANAMCARA CENTROS DE ENERGÌA

1 comentarios:

A las martes, agosto 18, 2009 , Anonymous Anónimo ha dicho...

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