UN HOY INMORTAL
¿Será el TIEMPO una invención del pensamiento?
¿Será que nos valemos del pasado y del futuro para excusarnos y no hacer aquello que resuena muy profundo en nuestro ser?
¿Será que utilizamos al ayer y al mañana para subirnos a la película montada por otros como “Rumbo de la HUMANIDAD”?
¿Será que el TIEMPO justifica la manipulación, el miedo y por lo tanto la violencia?
¿De que nos vale conocer del Genoma Humano si para poder pensar, sentir o hacer necesitamos apoyarnos en el pasado y evaluar las conveniencias del futuro a partir de nuestras decisiones?
Retirarle el concepto de TIEMPO al Universo es como la caída del Mercado de Valores Mundial. Una hecatombe. Un colapso Planetario. Un desmayo colectivo.
¿Cómo podríamos conceptualizarnos sin el referente del tiempo?
Abandonar la materialización del tiempo que nos condiciona en cada decisión, nos determina comercialmente el sentir y nos hace actuar especulativamente.
Dejaríamos de ser esclavos del tiempo y sus consecuencias.
“Ya estoy/estás grande para hacer esto o aquello”
“No puedo quedarme en esta relación por razones de tiempo, edad, cosas que no compartimos por diferencia de edad, la amenaza del reloj biológico que nos mantiene o aleja de los vínculos especulando con el deseo de hijos o no hijos…” como si no hubiera en el mundo suficientes niños abandonados por ahí como para ocuparnos.
“Ya es tiempo de sentar cabeza, tiempo de casarse, de tener hijos, tiempo del jardín de infantes, la primaria, la secundaria, tiempo de abandonar la casa materna/paterna, tiempo de nietos, de divorcio, de jubilarse, de enfermar, de morir, de perdonar, tiempo, tiempo, tiempo…”
¡PAREN LAS ROTATIVAS! ¡ALTO! ¡STOP!
¿Estamos viviendo auténticamente? ¿Estamos permitiendo que la Fuerza nos guíe, nos lleve y traiga o con el concepto tiempo sólo seguimos “controlando” hasta cómo respiramos?
“¡Yo no tengo tiempo que perder para ir a una clase a respirar!”
¿Qué harían ustedes realmente, si el concepto tiempo no existiera?
¿Qué dejarían de hacer?
¿De que manera está su vida manejada por una proyección externa en este momento?
¿Qué es lo que verdaderamente desearían que sucediera?
¿En qué forma sus sueños, sus ilusiones, entusiasmos y pasiones se ven adulterados por un factor que ustedes mismos acreditan como real y no impuesto desde afuera?
Detengan la proyección de esa película por un instante.
Observen. Observen su vida con detención, en detalle, con olores, colores, sabores, toquen lo que ven, qué textura tiene y en silencio, escuchen.
Tómense su tiempo antes de seguir.
¿Qué hacer con lo que no resuena en nosotros? ¿Qué hacer cuando nos damos cuenta que nuestra existencia ha estado trabada por obstáculos humanos que dimos por buenos sin siquiera considerarlos?
Sabemos que el arte de vivir no depende sólo de nosotros, de nuestra actitud, hay otros factores que van a ir desarrollando esos acontecimientos. Pero si volvemos a la humildad, a la amabilidad, a la sumisión a la Fuerza, si aceptamos que hay otros aspectos que no manejamos como humanos, si recuperamos la legitimidad del sentimiento, aquello que de verdad nos conmueve, nos toca el alma, nos hace SHEN TIR vamos a ir quitando el palo de la rueda de la vida, rescatando lo genuino y descartando lo impuesto desde afuera como el concepto del tiempo.
Lo que sucede es que un Ser que no se deja arrastrar por la imposición cultural, social, religiosa, educacional del sistema es LIBRE.
No puede ser manejado. Deja de ser esclavo. Pero, hasta quien ha sido esclavo toda su vida puede con suerte, haber mantenido su pensar y su sentir intactos. Y cuando llega esa libertad puede hacer en consecuencia. Puede levantar la cabeza sin miedo, sin prejuicio y decir: “Yo pienso…Yo siento…Yo quiero hacer tal o cual cosa…” Siempre recordando que ese Yo, no es un yo personal. Es un yo Superior humilde y sumiso a la única sumisión posible, lo Divino.
Y así, ese ser que ha estado creyendo que las cosas tenían que ser por ahí, porque todo el mundo vive de esa forma, puede recuperar la idea de que tal vez, exista otra posibilidad. Liberarse de los juicios y Confiar, entregarse y AMAR sin sentirse culpable ni desolado por ser diferente. Y sin repetir fórmulas desde ese nivel de conciencia, sino desde otro referente. Ser valiente para AMAR sin el concepto TIEMPO.
¿Serían capaces de enamorarse y comprometerse con alguien que estuviera enfermo con
pronóstico reservado, o no sería “conveniente”?
¿Serían capaces de enamorarse de alguien mayor que ustedes, en nombre del AMOR solamente o sacarían cuentas y beneficios antes?
¿Serían capaces de retomar o comenzar un proyecto que cambiara sus vidas o se quedarían a sufrir y enfermarse donde están, sin ilusión, porque no les conviene a esta altura de la vida?
¿Qué harían HOY si desde su antigua percepción, le dijeran que no tienen más tiempo?
¿Hasta dónde se están traicionando afectivamente por ese concepto?
¿Será que el prejuicio es más fuerte que la pasión , ustedes que se creían tan libres?
¿Están pensando en vivir, están sintiendo con la cabeza y no pueden o no quieren o no saben bajar de ahí al corazón?
¿Qué es lo que verdaderamente todo su ser les llama a hacer?
Sinceramente. Auténticamente. Sin especulaciones por medio.
¿Qué hace vibrar a todo su ser? ¿Lo saben? ¿Se atreven? (sin hacer daño a nadie, claro está). ¿Qué canto de sirenas les está llamando? Y si ya lo escuchan…
Entonces vayan y háganlo ahora. Dejen de “tener” y “Sean y estén”
Ámen.
Los abrazo con el alma. Liliana
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