domingo, 22 de abril de 2012

¿COMO SE SIGUE?

Viernes por la mañana. 40 largos y sufrientes minutos esperando el temido 161. El paciente espera y el colectivo no llega. Bueno… remis de último momento. Ya sentada en la parte trasera del auto, el remisero del barrio que lleva y trae alumnos y pacientes y conoce a la familia me dice: “Ahí viene Liliana, bájase, no se haga problema”. Corro a la parada de nuevo, llego justito a la larguísima cola, pero… sigue de largo! -Es que estaba repleto de pasajeros! Todos insultando, la gente enojada… pero atención! -Ahí viene otro! Goooooooollllll! Alegría viste? No paró porque sabía que atrás venía el otro! Las manos de los 20 que estábamos parados se levantaron al unísono, por si no fuera evidente el motivo de nuestra presencia en esa esquina. “No, no me digassssss…no puede serrrrr” “Síiiiiiiiiiiiiiii, pero qué desgraciado… no podésssssss”! El remisero se viene a la parada con furia asesina, para echar más leña al fuego, si esto fuera posible. Pasa el tercero y cuando se estaba convirtiendo en cuestión de Estado, el cuarto decide parar. ¡Un verdadero valiente el señor! La verdad que parecíamos un ejército de mutantes dispuestos a todo para poder llegar a destino. Una especie de zombies sacados del Thriller de Michael Jackson. Logramos controlar nuestros instintos asesinos y educadamente retomamos la cordura, lo que nos llevó varias cuadras de protesta colectiva. Empezábamos a recuperar el ritmo respiratorio metros antes de Congreso de Tucumán, justo en la parada sobre Cabildo. Miro hacia la derecha… “Naaaaaaaaaaaa”! “Decime que no es cierto”. 4 patrulleros, un hormiguero de policías colocándose los chalecos antibalas, armas en mano, un grupo derribando a los golpes una puerta y el otro distribuido en los negocios. La gente corría como loca escapando, pero no sabían hacia dónde escapar. Se escuchaban las sirenas de otros patrulleros que venían en camino. ¡Gritos, TIROSSSSSSS! -“¡Chofer arranque por favor!” ¡Salgamos de acá urgenteee! – Pero señoraaa, por dónde quiere que vaya, no ve que estamos parados por el tránsito!- ¡Todos al piso! ¡Cierren las ventanas! - ¡Abra las puertas chofer! - ¡Acá no baja nadie! Bueno… digamos que… etcétera. Al llegar a destino, pedí a las enfermeras que me convidaran un café. Les conté lo sucedido. ¡“Siiiii Liliana, mire ahí está en el noticiero”! –“No chicas, eso es en Balvanera”- “Pero es lo mismo que está contando Ud.”- “Bueno, pero es en otro lugar”- ¿“Está segura”? “Mire que está pasando ahora también”- “Miren, todo puede ser”. “Estoy casi sin dormir porque anoche estuvimos de farra en la cuadra de casa”. “Patrulleros de caza, habían intrusado en la esquina y buscaban a 4”- Por favor Liliana, a ver si puede hacer algo porque… su paciente está muyyyy angustiada, muyyyy nerviosa y nosotras no damos más”. ¿Cómo se sigue? ¿Cómo adaptarnos, sin sobre- adaptarnos en medio de tanto caos, tanta amenaza, tanta confusión, tanto maltrato! ¿Cómo se aguanta lo inaguantable? ¿Cómo se procesa? ¿Cómo hago para comprender que en realidad, resulta que nosotros les robamos las Malvinas a Inglaterra y que estuvimos muy mal en no permitir que nos sigan desvalijando los recursos impunemente? ¡Justo cuando estaba empezando a entender! Pero entonces…cuáles son los chicos malos y cuáles los buenos? ¿De qué lado están los piratas? ¡Reforcemos el deterioro! ¿Se habrá perdido el amor a la vida? ¿Será que el respeto ya no tiene la menor importancia? ¿Primero ser importante, poderoso, mejor y tener prestigio? ¿BÚSQUEDA DE RECONOCIMIENTO? –“Mamá, prendé la tele que estoy en el noticiero” “Maté a un tipo”. ¿Cómo s continuamos aquellos que seguimos apostando a la solidaridad, al AMOR, al buen-trato, al compromiso y al respeto? Digo, los que seguimos soñando con un mundo en paz, amoroso, cuidadoso, tierno… Los que nos levantamos a la mañana y nos plantamos una sonrisa en la boca y vamos prendiendo las luces por ahí, por donde transitemos, haciendo lo que haga falta, por el bien común, no por el beneficio personal... los que venimos a ofrecer el corazón y no andamos revolviendo la pelusa del ombligo… los que apostamos a la salida del sol y de la luna también…los que nos ofrendamos genuinamente como facilitadores y no como obstaculizadores…los que metemos el hombro ante cualquier derrumbe o cuando decae el espíritu y le ponemos garra, le ponemos pila… ¿Cómo la seguimos remando con tanta decepción, tanta queja, tanta violencia directa o encubierta, y cuando en medio de tantos lamentos, reproches, indiferencias, desprecios, inconsciencias y “pavadeces” sentimos por momentos, que se nos va acabando la cuerda, solemos mirar al Cielo en busca de señales. Quienes se rinden y quedan despedazados a la vera del camino, enroscados en melodramas y miserias, abandonan. Ya no van a intervenir en el cambio, reemplazando la capacidad de observación por emociones negativas históricas. Pierden el DESPUÉS. Simplemente se entregan, se repliegan y se auto-referencian. Tal vez, el cómo resida en la capacidad de instalarse en el instante. Que la diferencia entre tus sueños y la materialización de esos sueños se achique. Disfrutar sinceramente de cada momento que puedas, por breve que te parezca. “No te duermas sin sueño”. No te mueras antes de tu hora. No te pierdas en la vulgaridad, en una imagen, en tu vanidad. Que no te importe tener razón, ni ser mejor. Mejor que quién? Buena pregunta cuando perdés la vida detrás de tus esclavitudes precarias. Si no sos genuino ahora, entonces cuándo? Cuánto tiempo más vas a permitir que tu vida esté digitada y condicionada por prejuicios? ¿Cuánto tiempo más vas a seguir ignorando a los demás, haciendo valer tu juego, pensando en vos y nada más? ¿Cuántos más “me convienen” te vas a creer? Lo primero es la idea y la idea se materializa. Obrá de buena fe. El otro…sos vos mismo. Hoguera de vanidades que te condenan a sufrir y te obligan a caerte del banquito del EGO y quebrarte en mil pedazos. Poné una flor a cada paso del camino. Toda flecha envenenada que dispares, va a envenenarte a vos primero. No lo permitas. Rompé las lanzas! Cambialas por el pétalo de una rosa. Aprendé a ver las cosas desde otro lugar. Un lugar más benévolo, más amoroso. Si no lo hacés, te vas a debatir entre la ira, la desesperación, los deseos de venganza, la envidia. No busques reconocimiento. No te jactes de importante. El mundo no gira sobre “tu propio eje”. NO MANDES. NO SOMETAS. NO MALTRATES. NO TE CREAS SUPERIOR A NADIE. NO TE RELACIONES EN TÉRMINOS UTILITARIOS. NO SOMOS DESCARTABLES. ABANDONÁ LOS RENCORES. NO TE AÍSLES. SÓLO TE VAS A PONER EN EVIDENCIA. NO PERSIGAS, NI USES Y TIRES. SALITE DE LA EMERGENCIA. HACÉ LO QUE DEBAS HACER PARA ESTAR BIEN. DE ESA MANERA VAS A PODER PONERTE EN DISPONIBILIDAD. NO TE SEQUES. PONETE EN LOS ZAPATOS DE LOS OTROS. TE VA A AYUDAR A NO MALTRATAR Y A DARTE CUENTA DE LO QUE TENÉS QUE CAMBIAR, EN VOS, NO EN LOS DEMÁS. DESARROLLÁ LA CAPACIDAD DE EMPATÍA. PORQUE SI VOS CREÉS QUE PODÉS PENSAR POR LOS DEMÁS, TE VAS A EQUIVOCAR. RESPIRÁ, MEDITÁ, CONFIÁ, MOVETE Y ORÁ.
Desde el alma y con el corazón. Liliana Marcela Pérez Villar lilianamperezv@gmail.com FaceBook: (2) ANAMCARA CENTROS DE ENERGÍA ANAMCARA ESCUELA DE CENTROS DE ENERGÍA

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