domingo, 22 de noviembre de 2009

UNA MENTIRA NUNCA VIVE PARA LLEGAR A VIEJA. (Sófocles)


¿De qué escapa el Ser todo el tiempo en esta vida? ¿De qué y hacia dónde escapa? ¡Porque para que logre escapar, debe de hallar un sitio hacia donde ir! ¿Escapa hacia fuera de sí mismo? ¿O sea, hacia cualquier lugar que lo separe de él, que lo separe de su Dios? ¿Escapa de la verdad hacia la mentira? ¿De lo genuino a lo falso? Y si fuera así ¿Cómo se las ingenia para no darse cuenta? Porque es el único que no se da cuenta. Es un trabajo agotador arreglárselas todo el tiempo, para convencerse de lo que mejor haga sentir a las conciencias. El que vive en la mentira ignora en la que se mete. Tiene que inventar una y otra vez muchas mentiras más para sostener la primera. Porque se puede mentir a conciencia, o sea…a conciencia, a media conciencia o sin conciencia. ¿Qué palabras se escucha decir internamente? ¿Qué frases resuenan en su memoria? “¡No vivas, que te podés morir!”; “¡No sientas que vas a ser vulnerable!”; “¡No te enamores que vas a sufrir!”; “¡No muestres lo que sentís porque el otro se agranda!”, “¡No te entregues que…!”; “¡Ojos que no ven…!”; “¡Vos decile tal o cual cosa y después te hacés el occiso, la occisa…!”. De verdad que a veces, es realmente “envidiable” la supuesta astucia con la que se da vuelta la tortilla y se maneja la cosa como para no ser responsable de nada. Se toman decisiones miserables, bajo el supuesto de que “Es mejor para todos”, “Así no molesto”, “Es por tu bien”, etc. Digamos, si no es una manipulación, al menos, es muy parecidísimo. Y los demás, los que podríamos llamar “manipulados”, se quedan con una sensación de que los han puesto en cuatro patas, no saben muy bien cómo, ni cuándo, ni dónde, sólo sienten un terrible mal-estar, con una pelota en su campo de juego que no les pertenece, y encima, todo esto se lo actuaron con una sonrisita y hasta les dieron las gracias. De verdad que es lo más parecido a sentirse un idiota. Pero no. Definitivamente no es así. Hay que aprender a NO TOMARSE LAS COSAS PERSONALMENTE. Aunque se den cuenta de los motivos que lo podrían encuadrar en lo personal, es personal si, pero “del otro”. Y si ese otro, esos otros u otras se dieran cuenta, de la incidencia que la mentira, el control, la manipulación, lo que en el barrio llamábamos “Fallutez”, tienen en el desarrollo de la enfermedad, no solamente dejarían de hacerlo, sino que irían por el mundo blanqueando todas sus “trampas” desde el día que nacieron hasta hoy. Dicen que para mentir y cebar mate hay que tener memoria. El tema es que, por más que corra y escape continuamente, siempre se encuentra con lo mismo a la vuelta de la esquina. Eso de que “Soldado que huye sirve para otra guerra”, es gracioso pero no tan cierto. Porque lo que no puede es sincerarse. No puede dejar de ser como es. Aprendió que era así. Y o se defiende o tapa. O escapa o esconde. NO se imagina que puede llevar el corazón en la mano, que puede cambiar. Que no tiene que andar defendiéndose, justificándose, convenciendo a nadie de nada. Que sólo tiene que abrir su corazón, confiar, descubrir y descubrirse, hablar claro. De esa manera, va a aliviarse, va a descansar en su franqueza, va a poder reconocer y reconocerse, sin sostener el esfuerzo de ir por la vida disimulando, tapando, escondiendo, sin tener que recurrir a sustancias adictivas, dentro de las que debemos incluir algunas relaciones que actúan como las drogas y que silencian nuestros vacíos internos. Correr hacia cualquier futuro para escapar de cualquier pasado, o de cualquier presente, sólo modifica el factor tiempo. Me parece escuchar la pregunta fácil que justifica el manejo: -“Bueno, pero si uno lo aprendió así, si toda su vida fue así, y no sabe vivir de otra forma, cómo hace para ser sincero y no manipular, no dar vuelta la tortilla, no mentir…?”. La verdad es que la respuesta enojará a muchos y hará reír a otros, pero es la única posibilidad. La mejor manera es HACIÉNDOLO. HACERLO Y COMPROMETERSE A SOSTENERLO. Además de causar daños a los involucrados en las redes de su manipulación, si no modifican esa conducta, se dañan a sí mismos. La mentira, en todas sus diferentes manifestaciones, es un camino muy corto para llegar a la enfermedad y para instalarse en ella. No es el único, pero es el que abordamos hoy. No está bueno ir por la vida camuflado, pretendiendo ser lo que no se es, pretendiendo sentir o hacer creer que se siente lo que no se siente. ¿A quién se pretende engrupir? Silenciar, callar, omitir, también son formas de la mentira. No hay que temerle a la verdad. Y aunque adoro al Nano Serrat, “La verdad, a veces, si tiene remedio”, muchos más que la mentira. Sean confiables. Hay que volver a darle VALOR A LA PALABRA Y QUE LOS HECHOS SEAN EL REFLEJO DEL ÁNIMA DE CADA UNO Y SEMEJANZA. DEJÉMONOS DE CARICATURAS, NO? YA ESTAMOS GRANDES y MENTIR ES UNA DECISIÓN INDIVIDUAL. ELIJA DESDE EL AMOR .

La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano. (Friedrich Nietzsche)

De verdad que va desde el alma y con todo el corazón. Para sumar, no para restar.
Liliana Marcela Pérez Villar.

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