M.O.V.E.R.S.E. (Movimiento Energètico Expresivo Rìtmico Sensible)
Una REVOLUCIÒN EN LA VÌA DE LA SALUD. Una REVOLUCIÒN DEL AMOR EN EL SENTIDO ESPIRITUAL. LA ÙNICA REVOLUCIÒN POSIBLE. Dentro de una amplia gama de posibilidades que se ofrecen dìa a dìa, para adelgazar, para estar màs joven, ser màs feliz, tonificar la musculatura, relajarse, como ha quedado claramente demostrado en el ANAMCARASARIO, nosotros la “seguimos remando” en M.O.V.E.R.S.E. Ya cumplidos los 15 años fìsicos y otros cuantos virtuales, sumando los antecedentes de los Centros de Energìa, de quienes hemos brotado como un desprendimiento de caracterìsticas propias. Proponemos desde el movimiento, una integración fìsico-energètica, emocional-afectiva-motora, y el despertar de los centros superiores, a partir de la mùsica, que actùa como un vehìculo que nos transporta por espacios y tiempos, energìa genètica, la liberaciòn de los instintos por presiones socio-culturales que sòlo condicionan nuestro estar en el mundo, adormeciendo hasta la sexualidad, inhibiendo los sentires y sus manifestaciones, interfiriendo en la salud, bloqueando los caminos del AMOR, y la expresión de la vida misma. Buscamos una amplificación de las posibilidades encerradas de la piel hacia dentro. Movernos, expandirnos, hallarnos, serenarnos, acallarnos, bajar de la cabeza al corazón, que la mente y el cuerpo se conecten. A veces da la sensación que la cabeza va para un lado y el resto del cuerpo para otro. Ese quiebre, que suele hacerse en el larìngeo, crea una gran disociación entre distintos aspectos de nuestra vida. Cuando llegan a unirse, cuando se hacen amigos, agradecen con una gran sensación de bien-estar, aceptación e integración. Eso es muy aliviante en cuanto a tensiones. Ya no existe tanta disociaciòn entre las distintas àreas. Nos sentimos UNIDOS. Flexibles y reunidos. A través del movimiento, conectamos con nuestra energía vital. Los ritmos, las cadencias y melodías, la continuidad de movimientos, la recreación con el cuerpo, las inspiraciones y exhalaciones respiratorias y reveladoras, y las asanas del Yoga para equilibrar la salud en todos los planos. Un trabajo profundo, un juego creativo, para movernos y conmovernos, regocijarnos al son de la música hasta hacernos uno con ella, que el cuerpo se relaje y la mente se aquiete. Una danza entre la respiración, los sentires, el alma, dejarnos llevar por la Fuerza hacia donde desee llevarnos. Un tiempo para ampliar, conectar, escuchar y RELACIONARNOS...COMUNICARNOS. En estos tiempos de los que somos testigo y parte, interesante platea a la HUMANIDAD, atravesamos grandes cambios. La creatividad, la sensibilidad, la intuición y la capacidad de servicio y solidaridad hacia todo lo que está pasando, hace a la gran diferencia. Ser facilitadores de esa transformación a travès de la alegría, la confianza y el AMOR AL IDEAL DE VIDA repercute a favor de toda la Humanidad.Y para poder ser FACILITADOR, debemos estar al menos, medianamente CENTRADOS, en nuestro EJE, RESPONSABILIZARNOS Y HACERNOS CARGO. A partir de la Danza, del SENTIDO, reorientar nuestros sistemas, òrganos, vísceras, encausar la ENERGÌA, que permita reescribir y resignificar historias y argumentos de vida, permitir una reconexión con el gozo, el sentir y relacionarse afectiva y amorosamente, despertar a la sensualidad y a una sexualidad consagrada, no reducida a lo genital, a partir del movimiento. Cada encuentro es de una hora y media, en forma grupal. Se aprende el arte de compartir, de M.O.V.E.R.S.E. y asì fomentar y desarrollar nuevas maneras de conectarse y relacionarse, probablemente màs sinceras, màs genuinas, actuando asì no sòlo sobre los cuerpos y el cuerpo, sino sobre la vida sexual y sensual, las emociones, los afectos y formas de relacionarse, los conceptos arraigados, esa mirada a veces tan rìgida sobre el mundo que tanto daña, sobre nuestra salud mental y la relaciòn con la espiritualidad. Todos somos danzarines aùn sin practicarlo y generalmente, sin saberlo. La timidez, la rigidez, la vergüenza, los mandatos culturales y hasta la envidia, muchas veces bloquean la posibilidad de M.O.V.E.R.S.E. y asì liberar tensiones, contracturas, dolores…y la resistencia al movimiento genera muchas enfermedades y muuuuchos dolores. “LO QUE SE RESISTE, PERSISTE”. No hace falta “saber bailar” ni buscamos tampoco “destreza” o “cualidades”. Tiene que ver con otras cosas. Solamente tener ganas de estar bien, atrevernos a modificar y querer ver què cosas debemos retocar en nosotros (NO EN LOS DEMÀS), permitirse la compañìa, porque es ahì donde nos registramos, amamos la vida y la celebramos danzando. Los espero, desde el alma y con el corazón, para hacerlo juntos. Liliana Marcela Pérez Villar lilianamperezvillar@gmail.com FACEBOOK Anamcara Centros de Energía
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