lunes, 24 de marzo de 2008

LA DECEPCIÓN


La Decepción.

¿Quién no conoce la experiencia de sentirse decepcionado?
¿Quién no ha sentido en su cuerpo los devastadores dolores de una decepción?
¿Dónde ubica Ud. La Decepción en su cuerpo?
Sería una equivocación creer que hay un segmento “Decepción” donde van a parar
Nuestras Decepciones?.
¿Qué sabemos de ellas?
Podríamos decir que cuanto mas altas sean nuestras expectativas mayores serán nuestras
Decepciones?
¿Y esto de qué va a depender? ¿Oyeron hablar de los “pececitos de colores”?
O de que “Todo depende del color del cristal con que se mire”.
En definitiva, volcamos sobre un lienzo en blanco, como si proyectáramos una película, todas nuestras versiones, nuestros puntos de vista, la manera que vemos las cosas de acuerdo con nuestra historia de vida. A veces, esas proyecciones son bastante objetivas, otras son un aspecto propio que negamos, que no somos capaces de reconocer en nosotros mismos .




Con un pincel pintamos al otro con nuestros colores. Vemos a otro, pero ese otro, no es otro. Sólo depositamos en El/Ella nuestros aspectos inconcientes., nuestras necesidades mas ocultas, nuestros amores mal canalizados, nuestras miserias. Y aquél que amábamos, respetábamos, valorábamos, de pronto, nos despierta las emociones mas bajas. Y tomamos represalias, tenemos deseos de venganza, de castigar. Comenzamos el lento, cruel e innecesario camino de la “Exclusión”, del “Destierro”. ¡Y ni que hablar cuando para sostener una imagen responsabilizamos al otro de nuestras miserias u ocultas manipulaciones!





-“¡Él/Ella cambió! ¡Antes no era así!”.





Si, era así. Pero UD. Nunca lo había notado. Sólo había visto lo que deseaba ver. Las necesidades que esa persona le cubría en aquel momento hacía que todo pareciera maravilloso. Cuando esa persona “satisfacía sus necesidades”. Ahora que esas necesidades están satisfechas, que ese otro “Salvador”, “Proveedor”, o por el contrario “Víctima a ser rescatada” no entra en su película, tal vez porque UD. ya está filmando otra, con otros actores, otro abordaje, la/o pasamos a la categoría de Decepción.
El otro/otra, ya no está a la altura de las circunstancias. “Ya no sos mas mi Margarita o Margarito, ahora te llaman Margot”.
Y qué dolor para UD. Y también para Margarito/a. ¡Qué Decepción!
¡Qué lindo era todo cuando aún no estábamos tan involucrados! Cuando deseábamos conquistar , seducir a esa persona. Y atención con ésto . No se trata de parejas solamente. También seducimos a amigos/as cuando nos parece una relación atractiva en algún aspecto. Nos presentamos como amigos y cuando logramos la aceptación del otro, cuando nos abren el corazón y se nos brindan…ahhhhhhhh…como una mosca dentro de una telaraña, comenzamos a menoscabar, a maniobrar el vínculo. ¡Ya te tengo! Caíste en mi trampa.
Y ni que hablar tampoco, si hemos tenido la mala suerte de poder estar, de dar una mano cuando alguien estaba pasando por su peor momento! Si tenemos la mala suerte de quedar como testigos de haber visto sus peores miserias! Que su imagen se viera deteriorada!
Por supuesto que hablamos de situaciones que acompañan procesos de deterioro. No son conductas apropiadas de una persona saludable. Como ven, la salud abarca los siete cuerpos. Y la Decepción…también. Dependerá de lo que hagamos con ella.
“Lo importante no es lo que nos hicieron, sino lo que nosotros hacemos con lo que nos hicieron”
Como no sería lógico ir por el mundo matando a todo aquél que nos decepcione, lo “matamos adentro nuestro”, o “lo matamos socialmente”, o “le secuestramos su identidad, la sumamos como propia y para ésto , también necesitamos matarlo de alguna forma”. Descalificarlo, subestimarlo, ensuciarlo y de ser posible, hacerlo sufrir.

¡Cómo duele el dolor de la Decepción! En el Centro del pecho, en el Palacio de las Emociones, En la Impronta Celeste! El Mar de la Energía se bloquea. Y esa relación, ese vínculo que tanto prometía, que parecía indestructible, amoroso, cuidado, confiable, de pronto…se…quiebra. Algo en nuestro interior se desacomoda. Y no importa si ha sucedido algo concretamente. No! Eso es lo de menos. Y lamentablemente, como la Comunicación es casi un milagro en nuestro tiempo, en lugar de hablarlo, y doblemente milagroso, con AMOR, nos vamos alejando sin explicación alguna. A veces, ante el desconcierto del otro, que no comprende, que cuanto más quiere acercarse mas rechazado se siente, y otras veces, en complicidad tácita e inconciente, se distancia también para no confrontar a alguien que ama.
Es sabio reconocer que estas situaciones que no se aclaran nos esperan en cada esquina. No concluyen porque nosotros declaremos o manipulemos un fin, o un progresivo “enfriamiento”. Si nuestra regla de oro número uno en la vida es “no hacerle daño a nadie”, intentar “digitar, manipular un vínculo unilateralmente, sin darle espacio al sentir de un otro, a las consecuencias de nuestros actos en ese otro, es verdaderamente un acto por demás soberbio y egoísta. Y ahí no importa cuántas meditaciones hagamos por día, ni cuántas oraciones. La verdadera espiritualidad implica que nuestras pequeñas acciones cotidianas estén impregnadas de Amor. Actuar con animosidad o premeditación en un vínculo no tiene absolutamente nada de Espiritual.
Cuando nos enamoramos de alguien o algo solemos crear fantasmas blancos y dotamos a ese alguien de tantas cualidades sobre humanas que ningún ser viviente es capaz de sostener por más de un brevísimo tiempo. Cuando abrimos los ojos y nos encontramos con quién verdaderamente estamos, que es nada mas ni nada menos que un ser humano, maravilloso ser humano, pero con virtudes y defectos, sus defectos pasan a ser una especie de calvario que de un día para otro esta persona compró en una ferretería sin avisarnos. Esto es sumamente injusto para aquel que tal vez, nos ama, ha amado y ha obrado con Fe, Amor, pero no “como nosotros esperábamos”.
Dar por sentado a otro, o dar por sentado que va a responder de acuerdo a nuestras necesidades es abusivo. Sobre todo si pretendemos que ese otro “Adivine” qué es lo que queremos, sin tomarnos el trabajo de explicárselo.
Esto no significa que ese ser sea defectuoso. Todo lo contrario. Nadie es perfecto.
Puede que se nos convierta en perfecto cuando, conociendo sus debilidades, podamos amarlo tal cual es, sin pretender cambiarlo y mucho menos, compararlo con otro. Para que ese fantasma blanco no pase a negro, no sería mejor para todos hacernos cargo de nuestras propias falencias? Nuestros problemas de comunicación, nuestra necesidad de controlarlo todo, como si ésto fuera posible?
Y apreciarlo/a tan profundamente como cuando lo Idealizamos para poder amarlo.
El enamoramiento inicial es efímero y proyectivo. El Amor es Eterno y en él hay Fuerzas ocultas que no son porfía del Ser Humano.
Esta sería la diferencia entre AMAR DESDE EL CENTRO MEDIO Y AMAR DESDE EL CENTRO CARDÍACO. Estas huellas quedan grabadas en nuestros cuerpos y es necesario poder movilizarlas, a través de la expresión para poder corregirlas. Incluir al CENTRO CORONARIO en este AMOR, implica una purificación permanente de nuestro Ser Primordial. Actualizar los sentires y reconocer y limpiar las emociones.
Los espero para trabajarlo juntos.
Liliana M Pérez Villar.