domingo, 21 de junio de 2015

El Gran Palacio de la Providencia.


¿Cuántas veces te enojaste porque las cosas no salieron como esperabas?
¿Cuántas veces golpeaste algo con bronca porque los “resultados”te fueron adversos y encima, te rompiste la mano?
¿Cuántas veces “planeaste” algo, con la convicción de haber evaluado todos los detalles con cuidado (sabiendo que ibas a causar un daño“) y se te dio vuelta la tortilla?
Esa supuesta estrategia humana para disimular un perjuicio, para justificar el manejo oscuro de la mente manipuladora, especuladora, calculadora y egoísta, no se sustenta por si misma. Pierde sostén en el quebranto y la extorsión y cae.
Creer que actuando desde la oscuridad vas a pasar totalmente desapercibido frente a la sabiduría Divina y ante la misma Humanidad, es un acto más de soberbia. Es creer que los "pobres mortales que te rodean son todos tontos". Es burlarse de la confianza ajena depositada en vos. Es pensar que sos el único inteligente, "vivo y piola", invisible en la corrupción y en la seducción manipuladora.
Es ignorar que existe un Gobierno Divino Universal, una Energía Suprema que regula las leyes y movimientos de la Creación.
Ya se, estás pensando en todas las injusticias con las que convivimos todos los días. Esas cosas espantosas a las que casi nos hemos acostumbrado y que gozan de total impunidad. Pero esa impunidad es sólo humana. No es algo que haga Dios. No podemos atribuirle la culpa a Él. Es sólo lo que los hombres hacen con su tenebrosidad. Pero esa otra justicia, es la que tarde o temprano va a hacer,que todos tengamos que rendir cuentas de nuestros actos. No como un castigo, sino como un despertar a la conciencia dormida e insensible. Cualquiera sea tu creencia, seguramente, estará representada por la máxima expresión del AMOR, la solidaridad y el servicio.
Pero podemos situarnos en la disposición de prevenir en forma anticipada un daño o reparar lo dañado. Cuidar del entorno, cuidar las formas, las miradas, los gestos, las palabras, los actos, cuidar del medio ambiente y considerar, que el ser humano es el medio ambiente que más debemos cuidar.
Hay una Divina Providencia que interviene y asiste a la Humanidad en el suministro de sus necesidades. Es lo que el no creyente denominaría "azar". Esas casualidades que nadie se explica.
Pero ante la premeditación y alevosía, ante el plan, el daño calculado, no hay buena Providencia. Al menos, no hay una que dure.
Desarrollar los dones, las virtudes, las buenas cualidades humanas y la dignidad en el día a día, es una invitación a que la Providencia nos renueve los sueños, los ideales, las esperanzas y nos acompañe a recibir la mayor y mejor recompensa en el dar y cuidar, que es la posibilidad de seguir dando y cuidando, pero mucho más…
Nuestras acciones deben ser siempre evaluadas dentro de un “beneficio común”, en función de la humanidad y no personal. Colaborar, ocuparse del conjunto,
Asistir, socorrer, trabajar conjuntamente, cooperar. Nadie puede ser feliz a costa del sufrimiento de otro. Esperar la caricia de la Providencia, a cambio de un cachetazo al prójimo...es estar demasiado...desconectado de una Energía Espiritual Universal. Es lo que los Budistas llamamos "Ignorancia Primordial", causa primera de las emociones negativas. "LA FELICIDAD QUE DESEAMOS Y EL SUFRIMIENTO QUE ELUDIMOS SURGEN COMO RESULTADOS DE UNA MULTIPLICIDAD DE CAUSAS Y CONDICIONES".(Dalai Lama) Es inútil fingir que nada hemos hecho o maquillar lo que sucedió y, por ejemplo, responsabilizar a otro, no hacerse cargo, decir o hacer lo que suponemos que el otro quiere oír o ver y luego hacer lo contrario. Es decir, es una burla a la sinceridad, a la confianza, a lo genuino y honesto. Cada vez que tu enojo sea enviado al universo, te alejará más y más de aquello que te corresponde y que la vida te tiene preparado para sorprenderte a la vuelta de la esquina. Y si todo esto no te bastara, desde la mente “apegada”, razonalo así: “Actuar desde la oscuridad nunca fue un buen negocio para nadie” “Está comprobado científicamente”. Retorná tu enojo al lugar de donde no debería haber salido, LA DECISIÓN. Decidí si querés ser una persona confiable o no. Si estás a favor de la luz o de las tinieblas. Hacele un espacio vacío a la Providencia para que pueda entrar. Porque ella está siempre ahí, pero a lo mejor, estás tan ocupado con tus broncas y rencores, con tus vengancillas y resentimientillos, que no la ves. Retorná tus miedos, ansiedades, ataques de pánico a su lugar de origen, LA RESPONSABILIDAD. Decidí si vas a estar del lado de los que critican o los que hacen, si vas a quedarte durmiendo todo el día, en lugar de ponerte en servicio, para levantarte a elaborar tácticas de guerra y trata humana que financien tus gastos a cualquier costo.

"El mundo, con todo lo que contiene. está constantemente bajo el cuidado y control de Dios, quien gobierna todas las cosas de tal manera que su propósito y planes eternos se realizaran con toda certeza". Salmo 103:19 Efesios 1:11 Salmo 66:7 Salmo 136:4-9

Duro...pero el mejor...
Desde el alma y con el corazón.
Liliana Marcela Pérez Villar- FACEBOOK: https://www.facebook.com/pages/Anamcara-Centros-de-Energ%C3%ADa/51043297182