jueves, 17 de mayo de 2012

DE VARONES Y MUJERES

¿Qué es lo que necesitamos varones y mujeres como para poder conjugarnos mejor? ¡Estas quejas constantes que se repiten y repiten históricamente, pre-históricamente! ¿Necesitamos permiso para disfrutarnos? ¿Qué es lo que se busca? ¿Felicidad? Cuesta creerlo en medio de tanto desacuerdo. ¿Que el AMOR es anticuado? ¿O será que lo anticuado es la manera de plantearse al AMOR? ¿Será que hemos aprendido todo mal? ¿Será que al AMOR se lo ha desvirtuado culturalmente, como para también sacar provecho de él? Considerar al AMOR como una Posesión, nos saca la gran posibilidad de evolucionar celestialmente, nos saca la posibilidad de…AMAR. Y es ahí, donde se pierde el gran sentido. Se pierden las aspiraciones, los sueños, los anhelos. Convertir a los sentires en una pulseada donde ganará el más poderoso, endurece, oscurece y envejece. Porque la resignación, el conformarse, el rendirse a la desesperanza es como tirar la vida por la ventana. ¿Qué es lo que teme perder el ser cuando no se afloja, no se relaja, no se rinde al llamado? ¿Teme a la pobreza? ¿A dar y quedarse sin nada? Es la mejor manera y la más rápida de empobrecerse, guardarse, acopiarse, menudearse. ¡Y se nota a simple vista! El ser se va empequeñeciendo, físicamente. Se va poniendo “menudo”, “menudito”. La CARNE se aleja del espíritu y entra en el “menudeo”. O hace todo lo contrario, se va para el otro extremo, si se siente indefenso, busca la fortaleza acorazándose, desarrollando músculos donde ocultarse. Y detrás de esas barreras internas y externas, va disimulando sus rencores (al menos eso cree) porque su excesiva exigencia por ser el “mejor”, el “number one”, la exigencia de ser perfecto, lo hace INSINCERO. Y EL amor SÓLO ES POSIBLE cuando nos atrevemos a la SINCERIDAD, cuando abrimos el corazón y si es necesario, nos confesamos genuinamente. Bajarse del personaje y convertirse en real. “Esto es lo que soy”. “Así, tal cual me ves”. “Ni mejor, ni peor que nadie”. “¿Podés amarme así, como soy?”. Pero no desde la displicencia. Es sencillamente un acto de entrega, de aceptación. Es un muy buen camino para desandar rencores. El RENCOR es una gran máquina destructiva, que tira para todos lados broncas acumuladas, sin mirar a quién o justamente, MIRANDO A QUIÉN. A quien actúe como espejo que ponga de manifiesto todo aquello que frustró, enojó, que se quiso ser o tener o fue motivo de privación y envidia, tal vez disfrazado de ADMIRACIÓN. Pero la ADMIRACIÓN, sólo puede aparecer cuando existe un verdadero AMOR. Cuando no se puede vibrar en la sintonía del AMOR, se convierte en envidia y es altamente destructiva. Bajo estos parámetros, cómo compaginar sentires entre los seres? Se pierde la complicidad, las miradas, los silencios, el apoyo incondicional, el respeto y ya no hay ideales en común, sólo carreras para ver quién llega primero y quién supera a quién. Se pierde algo tan maravilloso como la INTIMIDAD. Y no hablo de parejas solamente. Vínculos familiares, amistosos, laborales, de toda índole, se ven afectados penosamente por temas sencillamente EGÓLATRAS. La virtud puede reaparecer cuando se tiene el coraje de preguntarse a tiempo: “¿A quién le quiero ganar?” “¿Qué quiero demostrar y a quién?” “¿A quién quiero superar?” Les aclaro que son respuestas bastante sencillas y comunes en toda la humanidad. Si sos tan primero en todo, si la tenés tan clara, si te sentís tan lejos de los otros pobres seres inferiores que te rodean, si no podés bajarte de tu soberbia, cómo vas a rendirte a los misterios del AMOR? Si tu exigencia te obliga a mantener un personaje de superioridad, de muy bien 10 felicitado, lo vas a tener que sostener de por vida! Porque allí donde una debilidad toque a tu puerta y te descascare, te vas a sentir en riesgo total y va a aparecer tu esencia. Si lográs transformar tu rencor en AMOR, AMOR con AMOR crece. Es como mentir o tomar mate, hay que tener memoria para mantener un personaje ficticio toda la vida y renunciar a lo auténtico que haya en vos, para adaptarte al monstruo de tu propia creación, alimentarlo día a día y seguir ocupando los “Top ten”. Cuando puedas abandonar tus delirios de prestigio, tus deseos de venganza, tus rencores, cuando estés dispuesto a no querer sobresalir por encima de nadie, cuando seas capaz de reconocer todas esas cosillas que has hecho en tu vida en perjuicio de otros (que tal vez te amaron) y además disculparte desde el fondo de tu corazón y hacer lo que esté a tu alcance y más…para arreglar claramente lo echado a perder, te habrá llegado el momento de AMAR INCONDICIONALMENTE. Y es posible que tu AMOR no sea correspondido como esperás, o no te dé “nada a cambio”, porque ese es el concepto humano del AMOR generalmente, la retribución. Hasta es posible que recibas a cambio descalificaciones, agresiones, malos tratos… No te desanimes. NO lo tomes como algo personal. Correte físicamente de esas situaciones tal vez, hasta violentas. No estés ahí. Pero seguí AMANDO. El AMOR se conjuga en primera persona, si se es virtuoso y en tiempo PRESENTE SIMPLE. “YO AMO”. Sin condicionales, sin pasado ni futuro y sin “CONVENIENCIA”. Y si esto te suena disparatado, si te sentís incapaz de hacerlo o lo ves como algo imposible de realizar, correte de la crítica y fijate si encontrás en tu equipaje de vida un poco de humildad y ponétela. No te vas a arrepentir, porque más allá de lo tangible, hay una dimensión inconmesurable donde habita el AMOR y con él podés encontrarte cuando quieras. No tiene ojos celestes, ni marrones, ni almendra. No es alto, ni bajo, ni gordo, ni flaco. No tiene bigotes, prótesis, cintura, ni medidas. Pero es indestructible en la no forma y lo único que va a ponerte en pie, cuando todo lo demás caiga. Bien vale la pena atraverse.
Desde el alma y con el corazón. Liliana Marcela Pérez Villar lilianamperezv@gmail.com FaceBook: (2) ANAMCARA CENTROS DE ENERGÍA ANAMCARA ESCUELA DE CENTROS DE ENERGÍA.