lunes, 4 de junio de 2012

EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR

Podemos vivir con una sensación permanente de seres perecederos, pasajeros transitorios con fecha de vencimiento, lo que puede llevar a distintas actitudes: vivir a mil, apretando el acelerador a fondo, sin levantar el pié jamás; o a full pero desacelerando cada tanto para tomar impulso y luego seguir en la vorágine diaria; o correr, parar, frenar, arrancar, chocar, volcar, derrapar, acelerar; o cerrar los ojos en cada esquina peligrosa apresurando el paso sin siquiera ver si viene alguien, sólo para no enfrentar la toma de decisiones; podemos también no andar más, hacer piquete, huelga, renunciar, claudicar, tirarnos al piso y desistir; o levantarnos de una oreja aún cuando las fuerzas decaen y seguir caminando y si no hay pies remolcarnos, impulsados desde el alma o…no. Podemos buscar afuera a quién echarle la culpa de todo lo que nos paso y no hacernos cargo de nada o despertar y ser conscientes y responsables. ¿Cuál es la respuesta correcta? Cada uno tiene la suya. Todas válidas seguramente, si aceptamos lo diferente y por supuesto, dando por sentado que hablamos de no causar daño a nadie. ¿Transfusión de sangre sí o transfusión de sangre no? ¿Quimioterapia sí o no? ¿Vacunas sí o no? ¿Acupuntura sí o no? ¿Ciencia versus creencias? ¿O será que ese límite sólo es “lógico” y “aceptable” cuando se trata de tus credos y de lo contrario es “ignorancia”? ¿Cabe alguna posibilidad de respetar las distintas posturas, elecciones, decisiones que cada uno tenga? ¡Cómo cuesta aceptar lo diferente! ¡Cuánto cuesta ponerse en el lugar del otro, descentrarse, acompañar aunque sea algo distinto de aquello en lo que creemos, sólo por el hecho de apoyar los procesos independientemente de nuestros criterios! Esta costumbre de estar sólo cuando hacés lo que “Yo digo, siento, pienso o hago y si hacés otra cosa… arreglate sin mí”. ¿Es posible no BURLARSE del diferente? La burla es un mecanismo de defensa cuando el EGO se siente en riesgo. Es como AGREDIR PARA EMPAREJAR PARA ABAJO. Se pierde tanto tiempo en aprobar leyes como la llamada “muerte digna” sin definir exactamente qué significa DIGNA. Y llegada la hora, como es lógico, se manipulan y usufructúan esas leyes en manos humanas. Y nos quedamos observando si el pulgar va a subir o bajar despiadadamente. Aparecen las cuestiones de ética, morales, religiosas, sociales, psicológicas, científicas…y quién es el portador de la VERDAD? Porque respuestas hay muchas. ¿Podemos hablar de estar a favor de la vida? ¿Quién puede decir que no? Suena muy bien, es lo deseable y esperable. Una cuestión de pulsiones… ¡Y cuánto más sufriente es cuando se trata de los HIJOS! ¿A qué padre o madre medianamente sano le puede causar PLACER ver marchar a un hijo? Aceptar que ha elegido dejarse tratar o no, supuestamente en sus funciones mentales equilibradas, haciendo uso de su derecho a la libertad, como un hecho de índole privada, a tal o cual cosa. ¡Cuántas veces acompañamos aunque no estemos de acuerdo! Porque ese es el tema, acompañar, aceptar, cuando no estamos de acuerdo. O sea, CONFIAR. Supongamos que una persona no estaba en sus cabales al tomar un determinado camino, también dependerá del estado mental y de la autonomía de acción (en varios sentidos) de quién lo “juzgue”. Y si existiera un…qué se yo…un Comité para juzgar a quien debe juzgar…también dependerá de la altura ética, moral, espiritual que tenga o de sus intereses creados ocultos y disimulados o públicos y amparados. Y no creo que sea una cuestión de sectas, sino de manipulaciones en “beneficios propios”, no siempre relacionados con lo económico, sino con el PODER de una o más personas. Conozco comunidades maravillosas, donde se vive en absoluta libertad, con una capacidad humana de interacción sana, generalmente reunidas en torno a una causa común. Puede que haya algún líder o cabeza que coordine o asesore, o acaso no pasa lo mismo en una Democracia y se la defiende tanto! Dependerá de la calidad de esa o esas personas y del estado en el que cada uno llegue a esa comunidad, que se convierta en un sueño o en una pesadilla. Pero a un adulto, eso también puede pasarle en una oficina, un Banco, un Ministerio, Universidad, Colegio, un grupo de amigos… Ahora bien, existe otra opción. La opción de vivir en el sentido de la trascendencia, como viajero estelar intergaláctico, con la elegancia y brillo del lucero, como una estrella que aún cayendo conserva su luz y deja tras de sí una estela. Lo que nos apega a la vida es lo tangible, la posibilidad de aferrarse, asirse, tocar, apretar, los sentidos…porque no llegamos a relacionarnos con otros planos que nos ayudarían a quitarle el morbo a la ¿MUERTE?. Cuando pasamos por muchas experiencias cercanas, como sanadores o como simples observadores, salta a la vista fácilmente, que lo que destruye es el circo de la muerte, no el hecho en sí, que es lo doloroso, lo penoso, nada más ni nada menos. Las riñas familiares, los problemas entre los parientes, ex parejas, las herencias, venganzas, la burocracia… disparadores que hacen aparecer la especulación, las cuentas, la falta propia. Pero si ni siquiera podemos elegir reposar dulcemente junto al árbol aquel, o en la colina que da al mar que tanto amamos, o ahí… al aire libre nomás, para seguir sirviendo al menos como abono, aún luego de haber cruzado el umbral. Cuando nos llega la noticia de una partida, sobre todo de gente joven, nos confronta con tantos aspectos… y luego del primer impacto, hay que reciclar, alquimizar. Deberíamos dejar lo tétrico, para quienes vivieron una vida tétrica. A mí me encantaría que me despidieran cantando, con muchos colores, bailando, que en lugar de coronas llevaran instrumentos al funeral. En realidad, no sería un funeral sino una fiesta. Una fiesta donde se celebrara y rindiera honor a la vida vivida. Con alegría, no bullicio ni algarabía. No me molesta que lloren, eh! ¡Es purificador! Mientras que sea de y con AMOR, no hay problema. Pero al mismo tiempo bailen, canten, festejen y se pueden traer unas empanadas si quieren o lo que les guste. Eso…¡Un pic-nic!. Pueden hacer una creatividad y ríanse conmigo, que seguro voy a estar entre lágrimas y sonrisas, atenta a todo como buena virginiana. No me interesa que asistan presidentes, personalidades importantes…sólo quiero que estén Shen, Tao y los ilustres desconocidos de siempre. Porque entre nosotros, no tengo la menor intención de MORIRME, ni aún MUERTA. Primero, porque no me gusta esa palabra y no creo en la muerte. Ya me mataron tantas veces en esta vida como a la cigarra…tantas veces me morí y sin embargo estoy aquí resucitando!!! Segundo, porque sé que donde quiera que esté, en cualquier dimensión que sea, seguiré remando y molestando para el bien de la humanidad. Tercero, porque tengo tantas cosas que hacer todavía, tanto que aprender, que decir, que cocinar, tanto que AMAR…sobre todo prepararme para la vuelta y retomar donde dejé. Sí, como Rocky Balboa! ¡Imagínense! ¡Liliana 8! Jajaja! Ahora los dejo con San Agustín. El dice: “No llores si me amas” pero porque no trabajaba corporalmente. Nosotros sabemos que a veces, al movernos, sale lo que sobra adentro. Entonces, también podemos llorar aunque amemos, si es justamente de AMOR. Hoy me voy a tomar la licencia de dedicar este Blog a alguien que AMO hace muchas vidas y está atravesando un momento muy doloroso. Desde el alma y con el corazón. No llores si me amas, Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo! Si pudieras oír el cántico de los ángeles Y verme en medio de ellos! ... Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos; los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso! Si por un instante pudieras contemplar como yo, la belleza ante la cual las bellezas palidecen! Cómo!...¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades? Créeme. Cuando la muerte venga a romper las ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban, cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce, y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverás a verme, sentirás que te sigo amando, que te amé, y encontrarás mi corazón con todas sus ternuras purificadas. Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz! ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo, que te llevaré de la mano por senderos nuevos de Luz...y de Vida... (San Agustín) Liliana Marcela Pérez Villar lilianamperezv@gmail.com FaceBook: (2) ANAMCARA CENTROS DE ENERGÍA ANAMCARA ESCUELA DE CENTROS DE ENERGÍA