domingo, 11 de mayo de 2014

LA DAMA DE LAS LÌNEAS, LA DAMA DE LAS PAMPAS, LA BRUJA, LA LOCA DE LA ESCOBA. Perù: Lima, Nasca, Cuzco, Aguas Calientes, La Ciudadela de Machu Picchu, Ollantaytambo, Valle Sagrado Pissaq. Parte I

Ya de regreso en Buenos Aires nuevamente y con tanto vivido. Uno de esos viajes fuertes, duros, a fondo, profundos. Un viaje que te deja llena de fichas que van cayendo cuándo y cómo quieren. Un careo con las limitaciones, el aprendizaje, la rectificación y ratificación constante, la contemplación. ¡Cuánto para contar, asimilar, digerir, aprender, recordar! Y cuando hay que empezar por algún lado, mejor hacerlo desde el principio. Un principio que retoma en el final del anterior viaje a Perù, que también giró en torno a un Congreso y que como aquella vez, no correspondería que contara lo vivido en él, pero sí el resto del viaje. Lo vivenciado ya está in-corporado y les llegará con la transmisión de mi trabajo, en cada una de sus manifestaciones. En aquella otra oportunidad, el Congreso fue en Miraflores, Lima. Era mi intención, ni bien finalizara, irme a Cuzco y Machu Picchu. Confié en que se armaría un grupo, como suele suceder habitualmente, como para ir juntos. Lamentablemente, coincidían tres Congresos en Lima, uno de Ginecología, otro de Pediatría y el nuestro de Medicina Tradicional China. Lo que hizo absolutamente imposible encontrar un medio de llegada. De ninguna manera. Por más que traté lo imposible, estaba todo sobrevendido, sobrefacturado, sobrevaluado. Así fue que decidí subirme a un micro sola y dirigirme a Nasca. Para quienes estén interesados en leer y ver algo en el blog sobre este tema, les dejo el link: http://anamcaracentrosdeenergia.blogspot.com.ar/2008/10/es-peru-que-les-guste.html . Allí podrán ver y leer sobre la experiencia impresionante de sobrevolar las Líneas, entre otras cosas. Sí. Las líneas de Nasca y no Nazca. Nasca con “S”. La Z apareció, cuando los “colonizadores” interpretaron que la palabra devenía del verbo Nacer!!!!. Por eso, lo van a ver escrito de las dos formas, incluso in situ. Esta apropiación de la cultura se ve constante y repetidamente en la historia de nuestros pueblos. Retomando, nunca pensé que la vida volvería a llevarme a Nasca una segunda vez. Y me sorprendió gratìsimamente. La excusa: Congreso sobre las Medicinas de los pueblos originarios, lo cual merecería varios capítulos aparte, aunque las vivencias sean intransferibles. No repetí la experiencia de sobrevolar las líneas, pero me fui al mirador, que me permitió caminar, tocar, oler, estar entre ellas. ¡Es tan impresionante!
El desierto siempre tiene para mí un agregado particular. Un legado, un misterio, una inmensidad. Es inconmensurable. Sin duda, me sienta de maravillas. Es tal la comodidad, que podría quedarme a vivir ahí mismo, como en casa. El mejor recuerdo que albergo del Desierto de Negev, aquel Congreso en Camel Ranch. ¡Ayyyyy…qué no daría por estar allí otra vez! Esta vez en Nasca…las piedras…el sol…los aromas…el desierto…las líneas…y una vez más, la profunda admiración por una mujer, la Dra. María Reiche, como ella misma se consideraba, una cholita alemana. Llegó al Perú en 1932 huyendo de un sistema que no compartía, bajo pretexto de educar a los hijos del cónsul alemán en la ciudad del Cusco. Se enamoró de los paisajes Andinos y a pesar de intentar un regreso a su país en 1936, retorna un año después y se establece en Lima, como profesora de alemán. Se mueve en un círculo de intelectuales y personalidades de la sociedad Limeña y así conoce a Paul Kosok, arqueólogo norteamericano. María era matemática, geógrafa y física, graduada de la universidad de Dresden. Quedó tan impresionada por lo que veía, que comenzó a dedicar todo su tiempo a los geoglifos, llegando a la conclusión que esas líneas eran mucho más que trazos y que representaban el calendario más grande del mundo. Estableció una relación entre ellos y su posición en relación con los astros. Con ellos, los habitantes de Nasca reconocían el comienzo de las estaciones, lo que les indicaba cuándo cosechar y cuándo llovería. Esta dama, papelito y lápiz en mano, sin contar con ninguno de los mecanismos de medición actuales y mucho menos con el apoyo del gobierno, ni del pueblo mismo, sin un centavo en el bolsillo, mas que algunos ahorros que su hermana le enviaba desde Alemania cuando podía, dibujó las líneas. Un día, se paró sobre el inicio de una de ellas y a escala fue trazando paso a paso lo que iba caminando. Digamos que… ¿a ojo? Y ¿adivinen qué? Así quedó dibujada la ARAÑA.
He visto unos largos y finitos papelitos que están en exposición en lo que ahora es un museo, pero otrora fuera su casa, con lo que “medía” sus trabajos. Nos contaba alguien de la zona, que una vez por año o cada dos años, llegan científicos a hacer sus mediciones y controles, colocan dos o tres aparatitos en la tierra y al rato está todo calculado. ¡Con exactitud! Para las pocas horas que anduvimos por ahí, llevamos pantalla total, anteojos de sol, sombrero, etc.… María Limpiaba artesanalmente con una escoba las líneas por las noches, para evitar los calores y el sol del día, y con la misma escoba espantaba a los chicos, que la tildaban de loca, lo que a la vez le servía como para pasar en serio por loca y mantener su trabajo resguardado y menos arriesgado.
De todas formas su piel no resistió tanta exposición y En el año 1998, a la edad de 95 años, murió víctima del cáncer. Vivió sin luz y sin agua, pasó hambre, sólo se alimentaba con lo que algunas vecinas del pueblo le acercaban cuando podían, algo de pan con margarina. Tenía un vestido y algo para cubrirse los pies. A todo había renunciado. Su vida estaba entregada a su gran pasión: “Tengo definida mi vida hasta el último minuto de mi existencia: Será para Nasca. El tiempo será poco para estudiar la maravilla que encierran las pampas, allí moriré”. Sola luchó por salvaguardar el lugar y lo protegió de la indiferencia local y luego del menoscabo que el turismo curioso le causaba. Hasta llegó a dormir sobre las líneas, en su afán de protegerlas. La zona recién se declaró protegida en 1970, por el Instituto Nacional de Cultura, a fines de los 70 se le concedió la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos y en 1993, la ciudadanía peruana. Las mismas avionetas que sobrevolaban los turistas se negaban a llevarla. Hasta que un humilde fumigador le permitió atarse al pie de un helicóptero, para que pudiera fotografiar las líneas desde la parte externa de la cabina.
Texto extraído del archivo personal de María Reiche: "Todo se desarrolló desde entonces, mi vida raras veces ha sido dura, porque yo tenía que cumplir mi destino. Es así que durante todos estos años me he dedicado por completo al estudio de las Líneas yFiguras en el Gran Tablero de las Pampas de Nazca desde que en 1938 conocí a Julio C. Tello y fui traductora y asistente en la conservación de fardos funerarios descubiertos por el Dr. Tello y, a partir de 1941 el Dr. Paul Kosok de quien fui igualmente su traductora, me sugiriera estudiarlas. Dada mi formación en las ciencias matemáticas y por la naturaleza y función que, en mi opinión, tienen estos dibujos, he desarrollado mis estudios e investigaciones bajo la óptica de esta disciplina. Sin embargo, considero que hay algo que es importante mencionar, es el hecho que en forma paralela directa o indirectamente, mientras realizaba mis investigaciones, fui aprendiendo mucho acerca de la cultura andina, en especial la nasquense, la pasada y la presente. Conocerla y valorarla se convierte en una ventaja importante para quien pretende develar el secreto de las Pampas. La gente aquí es muy buena observadora de la tierra y del firmamento. Y no sólo se trata de la historia de este pueblo, sino también de su idiosincrasia y su filosofía de la vida, sus inquietudes y sus limitaciones, su lucha contra la naturaleza adversa y sus logros, la armonía en su arte y su dedicación a la ciencia y la ingeniería." En 1993, María publicó Contribuciones a la Geometría y la Astronomía en el Perú Antiguo Declarado por UNESCO en 1994 como patrimonio cultural de la humanidad.
He tenido la fortuna de conocer al astrónomo a cargo del planetario que lleva su nombre, en el hotel donde se realizó el Congreso, que fue donde María pasó sus últimos años de vida (Alojada y con personal que la acompañaba y cuidaba, aunque ya sin poder ver, tarde pero seguro). Lamento no recordar su nombre, creo que Eduardo o Edgardo. Un genio. Un apasionado de su profesión y de la vida. Todas las noches se hace una función para el turismo en el planetario. Esa noche, se ofreció a seguir, hasta que todos los participantes del Congreso que lo desearan, hubieran tenido la posibilidad de verlo. Afortunadamente, me anoté para el último horario. Era muy tarde y estábamos cansados. Pero…al finalizar la proyección…se entusiasmó y nos empezó a contar historias y anécdotas de María y relacionadas con las líneas, y que ni “Las mil y una noches…”. Lo mas gracioso fue que siempre empezaba la frase con:-“Nono nono, no puedo contarles…bue…” “Blablablabla”. Hasta que se metió la mano en el bolsillo y sacando una llave dijo:-¿”Saben qué es esto”? – “SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII” La llave de la habitación de María!!! Y para allá nos fuimos. Éramos unos 30. Los últimos serán los primeros. Imposible contarles todas las historias, de todo tipo, que esa noche nos contó… ¿Eduardo?... (ponele). Entre historias de apariciones, una compañera atraída por las carcajadas nuestras, con cara de sábana, se me apareció por detrás en plena anécdota y todavía nos estamos riendo del grito del susto en pleno silencio e intriga. (incontable) Me sentí totalmente identificada con el alma de esta dama de las pampas, la bruja, la dama de las líneas. Mi vida es un eterno barrer de líneas. Las líneas de los Centros de Energía, las líneas de los canales de la medicina tradicional china, las líneas de pensamiento, de los sentimientos, obviamente, salvando las enormes distancias. ¡Cuántas veces he tenido que pasar por bruja! ¡Cuántas líneas barridas! ¡Cuánta pata atada al helicóptero celestial, para lograr lo básico-imprescindible ante tanta indiferencia! ¡Cuánta soledad humana frente al compromiso de custodia! ¡Qué útil resulta a la sociedad mirar para otro lado, tildar de loco lo que no se entiende o aquello de lo que no quiere, no puede o no sabe hacerse cargo!
La Dra. Reiche, como una Quijota de las pampas, dedicó su vida en total pobreza, abandono, indiferencia y hasta desprecio, a una zona que hoy es Patrimonio de la humanidad. Hoy se cobra entrada para entrar a su casa, un museo, donde no pudimos más que asomarnos a su habitación y huir con escalofríos. Donde está su vieja combi, la que reemplazó al escarabajo que la llevaba y traía al desierto.
Yace junto a su hermana en los austeros jardines de su austera casa, con una austera lápida, enmarcada con bellísimas y austeras Buganvillas. Una vez más: ¡HOMENAJES EN VIDA, POR FAVOR!
Desde el alma y el corazón de los pueblos originarios. Liliana Marcela Pèrez Villar lilianamperezv@gmail.com FB: ANAMCARA CENTROS DE ENERGÌA