domingo, 18 de abril de 2010

ES SÓLO UNA CUESTIÓN DE ACTITUD.


Es sólo una cuestión de actitud.
Transformar los momentos de adversidad en momentos inolvidables puede ser, una de esas experiencias maravillosas que atesoraremos en nuestra antología de “mejores recuerdos”, por los siglos de los siglos y Ámen. Pero para eso, hay que desarrollar una fuerza de espíritu animoso, que no decaiga cuando las cosas no salen como “originalmente las planeamos”. Para eso hay dos caminos: uno … no planear nada y vivir el voto de seguir a la energía. La otra, para los más temerosos, organizar, pero siempre considerando que todo cambia, que hay fuerzas trabajando para la sincronisidad y fuerzas trabajando en lo oculto, como un conjuro secreto de obstáculos. Es un ejercicio continuo de flexibilidad y adaptabilidad. Todo dependerá, como decía mi abuelo Víctor, "del color del cristal con el que mires”. Por Ej.: Supongamos que organizamos un viaje a … San Pedro, por mencionar un lugar cerca de Bs. As, para pasar nuestro fin de semana con un amigo/a. El día esperado llega, auto nuevo, todo prolijamente revisado para salir a la ruta, papeles en orden y … 10 kilómetros antes de llegar… ¡crac! Un tirón al volante, una inercia total, el motor mudo (mudo, ciego, sordo…) ...a la banquina.
Se acabó lo que se daba. Cara de asombro… ¿y ahora qué? Bueno, acá comienzan las opciones. 1-Podemos entrar en desesperación, empezar a gritar, morirnos de miedo porque se acerca la noche y “NADIE NUNCA JAMÁS NOS VA A VENIR A RESCATAR”, moriremos esperando que se enteren que estamos acá, etc. 2_Podemos abrir bien los ojos y darnos cuenta que, dentro del inconveniente, hemos tenido la fortuna, que la correa de distribución se haya cortado justo al lado de un poste de S.O.S. y con el kilometraje a 5 metros. El abuelo también hubiera dicho: “Dios aprieta pero no ahorca”. Podemos llamar y hablar con el auxilio, ya que tenemos todo a mano y hay dos opciones de nuevo: 1-Creer que no van a venir y llorar y preguntarnos: “¿Por qué me tuvo que pasar esto a mi? ¿A nosotros? ¡Una vez que se me ocurre salir un fin de semana! Tirar "pálidas" y preocupar a todos. 2- Meterle onda. Sacar unas fotos porque se está poniendo el sol y parece una bola roja de fuego cayendo en el campo…o como hizo Miguel Zabaleta unos años atrás, componer...

…“Amanece en la ruta”
Amanece en la ruta, no me importa dónde estoy
me he dormido viajando y he soñado tan intenso
y en ese sueño yo me veía en ese auto, pero no
no era el mismo porque estaba todo roto en su interior

Este paisaje es tan extraño, se parece al de un tren eléctrico
esos árboles tienen contornos, darme cuenta es tan hermoso.
Y en ese sueño yo me veía en ese auto, pero no
no era el mismo porque tenía fuego en su interior,

A medida que aceleramos mis recuerdos se estremecen
y en un soplo veo proyectado como un film toda mi vida
Ya no se si el cielo está arriba, abajo o dentro de mi
y aunque el paisaje sea tan extraño creo haber estado aquí.

¿Dónde voy, dónde estoy, quién soy yo, qué hora es, dónde estaré?
Si afuera no es noche, tampoco es de día
no hay tristezas, tan solo alegrías en mi corazón

Y ahora todo es una luz tan clara que a mi lado ya no hay nada
solo alegría, paz y armonía y esa luz que es tan tibia
y te prometo eso no era un sueño en ese auto estaba yo
y ese auto estaba todo roto y con fuego en su interior.
…(búsquenla en youtube)



O podemos cantarla también, al mejor estilo de Suéter o Fabiana Cantilo, mientras esperamos que llegue el remolque, y antes de trasbordar al segundo remolque en Lima, nos tomamos unos mates con algún perrito de esos medio desarmados que andan por las estaciones de servicio a los lados de las rutas. ¿Qué mejor terapia que mimar a un perrito con la pata quebrada? Terapia para el perro digo, a quien nadie llevó a un veterinario, y para nosotros también. (Que tampoco nos llevaron al veterinario). En fin, volver a casa en un camión de esos que parecen los juguetes que regalábamos a los chicos, pero a escala, hasta puede ser divertido. Podemos pensar, “jamás habría viajado en este monstruo infernal, si no hubiera pasado esto. Podemos charlar con nuestra amiga/o todo el viaje de regreso. Y algo mas, podemos hasta tomarlo como una señal, si, un signo del cielo que cada uno debe saber interpretar. En mi caso, fue clarísimo. “No era ahí”. “Habrá que buscar en otro lado”. Para otro puede significar otra cosa y para otro... Tenemos que estar atentos a esas “pistas” que la Creación nos va tirando a cada instante. Siempre podemos elegir. Si total…tenemos que pasar por eso igual…que la parte que nos toca, o sea CÓMO pasarlo, sea lo más feliz que se pueda. Las adversidades deben actuar como referentes para colocarnos en otro lugar. Para eso son los obstáculos. Alguna vez, yendo a buscar a mis hijos a Mar del Plata en auto, hubo que deambular por la costa buscando alojamiento por horas. Mar del Plata estaba colapsado. Ya daba lo mismo si era un hotel de 5 estrellas o un camping. El agotamiento nos superaba. De pronto, nos encontramos atravesando un campo sin luces, sin carteles, sin saber dónde estábamos, ni cómo habíamos llegado hasta ahí. De verdad que era peligroso. Aceleramos todo lo posible porque nos sentíamos en situación de riesgo. De la nada, apareció un cartel: El Griego, camping…Nos zambullimos de cabeza buscando refugio. Ni en el camping había lugar. Nos “permitieron quedarnos hasta el amanecer”, nos habrán visto la cara de susto. Fue una de las noches más maravillosas de mi vida. Eso es transformar la adversidad, en algo maravillosos. Conectarse con la vida. Pero esa historia, la dejamos para otro día.
Desde el alma y con el corazón.
Liliana Marcela Pérez Villar.