miércoles, 9 de noviembre de 2011

MADRID.


Volvimos a Orense luego de cenar, con tiempo suficiente como para alcanzar el tren de las 24 hs a Madrid (48 Euros). Son unos 30 km por autovía. No quería despedirme de ellos. Sabía que una parte mía se quedaría en Carballiño. Pero también traería conmigo una parte de ellos. Me esperaba una larga noche sentada en el tren. El viaje fue muy caluroso, pesado y no pude dormir, justamente por eso. Llegué a Madrid a las 7 de la mañana y luego de dejar el equipaje en un locker en Chamartín (3,30 Euros), me fui al centro, específicamente a la estación Sol (Puerta del Sol) en el metro (1,10 Euros). Desde ese instante, comencé a caminar por la ciudad, recorriendo lugares ya vistos en otros viajes anteriores y que como en toda ciudad grande, no consiguen enamorarme del todo. Me movía cómoda y liviana sin la mochila y con un entrenamiento en caminata tan importante, que de punta a punta de la ciudad, no me restaba nada por ver.


Comenzaba a sentir ganas de volver a casa, que veinte años no es nada, pero parecía un siglo desde la partida. Logré meterme con tiempo en el:
Museo del Prado y dedicarle casi 3 hs. La visita al Prado va a depender siempre de cuánto tiempo dispongas. Si vas con una hora, salteás las plantas estables, típicas, clásicas del Museo. Si vas con 3, lo recorrés por completo. Tiene magníficas obras desde la pintura románica en adelante, con especial referencia a Velázquez, El Greco, Zurbarán, Goya, Murillo, El Bosco, Botticelli, Fra Angelico, Caravaggio, Rubens, Tiziano, Rembrandt, etc. Pregunté a una de las guías que encontré en un pasillo, cuál consideraba la obra más relevante del Museo y me contestó “Las Meninas” de Diego Velázquez. La más reciente exposición en estos días es La acróbata de la bola, de Picasso, en préstamo prorrogado hasta el 8 de Enero. Cuando me atrapó la sensación de encierro, huí despavorida a la calle en busca de aire. ¡Pero quién me quita lo bailado!


La Plaza Mayor, uno de los lugares más representativos de Madrid. Parece mentira que fuera en otros tiempos arena de corridas de Toros, tribunal de juicios de la inquisición y plaza de ejecuciones de condenados a muerte. Hoy, llena de negocios y hoteles, donde turistas y residentes locales se divierte alegremente.


Arco de Cuchilleros: El origen de su nombre está en la calle de Cuchilleros a la que da salida, y en la que antiguamente se ubicaban los talleres del gremio de cuchilleros, pues suministraban sus artículos al gremio de carniceros ubicado dentro de la plaza.
En la actualidad, tanto la Plaza Mayor, como el arco y calle de Cuchilleros, es un destacado punto turístico de la capital de España, estando ubicados en ellos numerosos restaurantes y bares típicos



Plaza de Cibeles En la intersección de la calle de Alcalá y el Paseo del Prado, la Diosa Oriental Cibeles, que tutela la vida urbana subida a un carro tirado por leones. Imposible acercarse a ella, ya que está en un lugar de mucho tránsito y sin acceso directo. Se la ve desde la vereda de enfrente. Una pena.


La Puerta de Alcalá, construida para celebrar la entrada en la ciudad del rey Carlos III. Está realizada en granito de la sierra madrileña y de piedra blanca. Es neoclásica, y formada por tres arcos y dos puertas cuadradas.


La Puerta del Sol. ¡¡¡¡NO BUSQUEN UNA PUERTA PORQUE NO EXISTE!!!! La Puerta del Sol era el lugar que ocupaba el acceso este de la ciudad. Es un espacio alargado sin edificios notables. En la plaza está el kilómetro cero, a partir del cual se miden las distintas carreteras radiales que comunican Madrid con el resto de España.


La Gran Vía Una de las grandes calles de Europa. Acaba de cumplir un siglo, es un emblema de Madrid que une historia, paseos de moda y un Broadway a la española. Hay que caminarla de día y de noche para sentir cómo late el corazón urbano madrileño.


Día de paro de transportes en Madrid. Empachada de España y feliz, a las 4 empecé a dirigirme al Aeropuerto, sabiendo que corría el riesgo de no llegar o al menos, llegar tarde. El avión salía de Barajas a las 24. Fue muy difícil viajar, pero lo logré. No es sencillo circular por allá en estos días. Están realmente “INDIGNADOS” y hay que andar con el sol en la frente, para llevarla lo mejor posible.
Todavía estoy lamentando el no haber aceptado los dos pasajes gratuitos y abiertos por un año, para mí y un acompañante, a cualquier lugar del mundo donde viajara la aerolínea, si aceptaba quedarme en Madrid por 24 hs más y cederle mi lugar a otra persona. El vuelo había sido sobrevendido. Pero estaba agotada de caminar 40 km por día, no dormía desde hacía 48 hs, había huelga general de transportes y no sabía si me iba a poder trasladar…en fin. Hoy, cuando lo pienso, lo siento en el alma. Ya estaría organizando mi viaje desde Francia a Santiago!!!! Buahhhhh!!!!
La verdad es que llegué a las 10:30 a Buenos Aires y a las 12 estaba atendiendo con la agenda completa. Eso me pasa por ser “RESPONSABLE”. No me imaginaba a los pacientes tocando el timbre para atenderse y yo, de haber aceptado…paseando por España. ¡Quélevachacher!
Y colorín colorado…este viaje ha terminado. Espero que hayan viajado conmigo y disfrutado de esta experiencia. Me haría muy feliz saber que ha sido de ayuda para cualquiera de ustedes.
Un abrazo grande a todos.

Desde el alma y con el corazón
Liliana Marcela Pérez Villar
lilianamperezv@gmail.com
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