viernes, 27 de septiembre de 2013

SANA-ACCIÓN

Es sumamente delicado hablar de cura cuando mencionamos palabras como cáncer de piel, cerebro, pulmón, próstata, leucemia, mama, esclerosis, etc., etc...Cuando nuestra cultura sigue insistiendo con la quimioterapia, la cirugía y los rayos. Cuando hablar de tumor es un sinónimo de final o principio de un final. Cuando se está atravesando por una situación de tanto miedo, de tanto dolor, tanto desasosiego. Algunos se permiten sentir tristeza, pena, los que no, se conectan con la bronca y/o la negación. ¿Se pregunta qué sucedió?
¡Cuántas heridas quedaron sin cerrar para llegar a esto! ¡Cuántas llagas de desamores, desilusiones, frustraciones, decepciones! ¡Cuántas magulladuras dejaron en el alma esas discusiones sin fin! ¡Cuántas cosas atragantadas cuando el corazón quería llorar a gritos y en cambio, callaba! ¡Cuántas esperas por los que no volvieron! ¡Cuántos reproches, reclamos, quejas, enojos! ¡Cuántas cosas sucedieron que no esperábamos, que no vimos venir y nos dejaron como un gallo desplumado! Y... ¿Dónde va a parar todo eso? ¿Qué hacemos con todos esos residuos emocionales? ¿Qué se hace cuando no hay fe y se atribuyen las cosas a las injusticias y viene el posterior deseo de venganza? Cuando nos aferramos desesperadamente a alguien, a algo y no podemos soltar, aún sabiendo que nos estamos dañando o que estamos dañando a otro. Claro que nadie lo admite.
¿Qué hacemos cuando se nos destroza el corazón al ver niños con hambre, alimentándose de basura, inhalando pegamentos para calmar su dolor, dolor de tripas y de alma? ¿Qué hacemos cuando nos dormimos y despertamos en medio de tiroteos, robos, ataques, atentados…? ¿Cuál es la vacuna para no enfermar si todo esto es enfermedad en si mismo? Lo peor que podemos hacer es corrompernos y empezar a dar por normal todas estas conductas. Es normal matar, mentir, violar, robar, tener hambre, sufrir, quejarse…Es normal porque “TODO EL MUNDO…” y si no hacemos lo que hace todo el mundo, aunque eso signifique hacer daño, bueno, entonces los “anormales” somos nosotros. Creer que no podemos hacer nada nos genera una sensación fatalista devastadora. Hay que mantener la Esperanza. “yo vengo a ofrecer mi corazón” (diría Fito Paez) Empezar por nosotros mismos, por ser evidencia de AMOR. Cada uno y todos. En cada acto, pensamiento, palabra y obra. ¿Quién se atreve a dar el primer paso? Cambio ODIO por AMOR en lugar de VENGANZA.
Ojo por ojo…diente por diente…vida por vida…sueño por sueño…vamos a quedar todos tuertos, sin dientes, agazapados, unos contra otros y tomando “pastillas para no soñar”
Tenemos la capacidad de crear un paso previo de limpieza, de purificación, de sanación. Una Sana Acción. Sana en sentimiento, emociones, sana en pensamiento, en alimentación, respiración y acción. También la experiencia propia de haber visto revertir procesos ya declarados, estimula al cambio. Y sí. ES UN MILAGRO. Y el MILAGRO puede ser cotidiano. El MILAGRO EXISTE. Aunque usted se diga “pero si yo no hice nada…hice todo bien, fui buen padre/madre/hijo/esposo…trabajé toda la vida…nunca le hice mal a nadie…” LA ENFERMEDAD NO ES UN CASTIGO. Todo lo contrario. Puede llegar a ser su mayor maestro. Un amigo que llega para mostrarle lo que hasta ahora no pudo o no quiso ver. O no supo cómo responder de una manera redentora. Escúchela. Obsérvela. Hágase amigo/a. Y pruebe una respuesta distinta. Si siempre toma el mismo camino, no hay ninguna posibilidad de que llegue a otro lugar. Y si lo logra, va a salir de esa experiencia como un resucitado, con una perspectiva y una vitalidad totalmente renovada. Como decía un amigo uruguayo Carita, “Va a renacer de sus propias cenizas como el GATO FÉLIX”.
La enfermedad llega y toca el timbre. Fuerte, muy fuerte porque ya sabe que no se la ha oído a pesar de todas las alertas que mandó. Ya no se oye, no se ve…
-“Bueno, aquí estoy, vamos a ver qué vas a hacer conmigo.” “Llego para que te des cuenta de que las cosas no son por acá”. “Tomaste un camino equivocado, vas a contramano” “A contramano de tu propia carretera”. “Tal vez aún no sepas por dónde es, pero si podemos decir que por acá…no es”. “Podemos decir que si te animaras a dejar de lado la mentira, por ejemplo, el miedo que te hace violento, las dudas que te impiden soñar, tu ira que quiere castigar, vengarse, verías una vía mas clara”. Siiiiiiii. Así como suena: “vengarse”. “Ya se que sos mas bueno que Lassie, pero a todos nos pasan esas cosas, aunque seamos buenos” Es mas saludable reconocerlo y aceptarlo que negarlo. De esa manera se puede corregir y enmendar.
Si me hago la occisa, el occiso, miro para otro lado, me enojo porque no entiendo porqué me pasó esto a MIIIIIIIII, Y SÓLO A MIIIIIII, voy reservando una cama para pasar mis últimos días, empiezo a buscar culpables para ver a quién echarle la culpa de lo que me pasa, me ofendo, me peleo con Dios y me convenzo de que no existe porque si existiera, no permitiría que me pasara ésto a MIIIII, que nunca hice nada malo, al contrario, siempre fui víctima de los demás, etc…etc…tengo pocas posibilidades de revertir el proceso degenerativo.
Si pensamos que todos pasamos diariamente por este proceso degenerativo celular, pero nuestro sistema centinela, nuestra energía defensiva wei, el sistema inmunológico se ocupa de ello, tenemos una respuesta clara, de porqué en algunos casos no funciona así.
Es fundamental que nos animemos a vernos y reconocernos como somos. Trabajar en la asepsia mental. La sanación de nuestro sentir. Si fuéramos concientes de que la primera causa de enfermedad es el mentir o el omitir que es el comienzo de la mentira, al menos por egoísmo, por buscar el beneficio propio, dejaríamos de hacerlo.
¿Cuánto tiempo cree que puede durar una mentira, una omisión? ¿Alguna vez pensó que la única persona que no se da cuenta de su mentira es usted mismo? ¡Alguna vez intentó esconder un elefante en un bazar? ¿Por qué cree que si miente no va a notarse? Tenga presente que es cuando mas se notan las cosas. Además, si miente, seguramente es porque sabe que lo que está haciendo o diciendo o pensando…no es apropiado. Seguramente sabe que estará dañando con su proceder. Además de tratar de tonto a quien cree estar engañando. ¿Se da cuenta que cuando la mentira caiga, porque no puede sostenerse por si misma, va a ser mucho mas destructiva que si hubiera sido honesto de entrada? ¿Se da cuenta que mentir lo enferma y que miente como producto de un deterioro de su ser? ¿Se da cuenta que lo mismo pasa con sus enojos, que a la larga se convierten en rencor, resentimiento? ¿Es conciente de lo difícil que es remontar un vínculo que se construyó en base a especulaciones y/o manipulaciones cuando esto sale a la luz?
Se me ocurrió una idea. Pregunté durante un tiempo a varias mujeres, que se habían sentido “falseadas” por parejas o ex parejas, amigos, socios/as, en algún vínculo importante de sus vidas, qué les había dolido mas... En su enorme mayoría, todas concluyeron haberse sentido peor por el engaño en sí, porque esa persona o personas no habían sido honestas como muestra de respeto hacia ellas, que por el hecho en sí de la supuesta “traición”. Hasta han llegado a justificarlo, como algo “normal” producto del deterioro de ese SHEN, esa energía mental, ese sentir adulterado como marcábamos antes. Y ese era el verdadero dolor. Y esa es la enfermedad. Ese va a ser el tumor. Ahí se va a generar el estancamiento de esa sangre, de la energía.
Aunque sea sólo por hoy. No pierda el tiempo en alimentar sus broncas. Se está dañando a sí mismo. Y está dañando la “Bolsa Humanidad” ¿Por qué no intentar reconciliarse? Con usted mismo, con su familia, sus amigos, con el perro, con la Creación…Le aseguro que su salud va a mejorar. No alcanza disculparse si no se acompaña con la acción. Disculparse sinceramente, puede ser un paso valioso, pero además, arregle lo que hizo. Si hay que reparar, REPARE. Rezar un Padre Nuestro e irse a dormir, no alivia a quien está sufriendo por algo que lo involucre a usted. Sólo aliviará su conciencia. Rece su Padre Nuestro y luego haga algo para aliviar el padecimiento de ese otro. Atrévase a confesar sus sentires. Llame a esa persona que no se anima a llamar. Confiese lo que le pasa. Desmiéntase. Ábrase a la verdad. Grite su Amor aunque no lo entiendan, aunque lo critiquen, aunque no sea correspondido. Es mas aceptable socialmente odiar a quien nos abandonó, nos lastimó, que confesar que a pesar de todo, seguimos amando. No hace falta que deje de AMAR a cambio de un desamor. Y se va a evitar muchos problemas de salud, va a recuperar su humor y no habrá lugar para un tumor.
Al escribir en una página web, no existe la posibilidad de que quien lee, pueda oir el tono de voz, ver la intención, los gestos, la mirada de quien escribe. Quien está enojado, interpretará que esto está escrito con enojo. Quien esté a la defensiva, se defenderá. Quien tenga la ofensa fácil, se ofenderá. Quien esté buscando una puerta que lo lleve a otro lugar de sanación, la encontrará. Sólo puedo contarles cuál es mi intención al escribirlo. Es la intención de una resucitada varias veces. Que les habla desde el corazón. Y de quien día a día, observa en su consulta este progresivo deterioro y cómo los mecanismos de defensa del ser, se aferran a lo aprendido, sin poder dar una respuesta sanadora. Cómo la repetición es justificada aunque nos lleve a la destrucción. La intención es encender una lucecita en esos corazones que creen que nada se puede hacer. ¡Está todo por hacerse!. Cuando nos conectamos con nuestra más profunda esencia, cuando nos sacamos las máscaras de sometimiento a una imagen y nos hacemos auténticos, todo está por delante.
Ante la respuesta de alumnos y pacientes de “¡Es muy difícil cambiar!” Mi respuesta es siempre la misma: “¿No es mas difícil vivir así como está viviendo?”
Los invito a trabajarlo con nosotros. Atrévanse a “mover” su energía. A expresar sus sentires. No tienen que “saber” nada. Sólo tiene que desear limpiar sus emociones. Purificar lo estancado. Un ramo de flores en un florero puede ser hermoso, pero si no cambia el agua a esas flores, va a salir muy feo olor. Eso hacemos en las clases de M.O.V.E.R.S.E. Purificar. Limpiar esas zonas acorazadas, mover, poner vida donde pareciera que ya no la hay. Pero si, HAY. Mientras el espíritu quiera, todo es posible.
Los espero cuando quieran. Hasta entonces, les regalo una receta mágica del jarabe de Aloe Vera para que vayan limpiando sus órganos más importantes.
Desde el alma. Liliana M. Pérez Villar.
JARABE DE ALOE VERA.
El aloe vera es utilizado por lo general, para temas relacionados principalmente con la piel, aunque no solamente. Al regularizar el pH (como agente alcalinizador) reduce la acidez de estómago y equilibra el funcionamiento de las bacterias gastrointestinales, actuando sobre la mucosa intestinal, regulando su correcto funcionamiento. Es muy rica en enzimas de la digestión, y rehidrata y regenera el aparato digestivo, y estimula la flora bacteriana, mejora la absorción de las sustancias nutritivas y la destrucción de los residuos. Elimina asimismo las flatulencias que pueden producir los residuos gástricos. Evita la formación de sustancias no digeridas, responsables de la reacción antígeno-anticuerpo.
Reduce los niveles de colesterol y contiene calcio, potasio y celulosa que genera en las lesiones una trama de fibras que afirman las plaquetas de la sangre, ayudando a que coagulen y cicatricen.
Por todos estos motivos, ejerce una profunda limpieza y revitalización de lo que los chinos llaman “el pozo ciego” del cuerpo. Regenerando mágicamente y modificando esa estructura generadora de enfermedad. Es antiinflamatorio y se le atribuyen virtudes rejuvenecedoras, al aumentar la producción de células fibroblásticas, que se encuentra en la dermis y son las responsables de la formación de colágeno, además de aportarle protinas.
Además de su efecto sanador en artritis y reumatismo, problemas de tipo respiratorio como el asma, quemaduras, caída del cabello, cicatrización de heridas, su acción bactericida sobre la placa dental y actividad de hidratación en general.
1/2 kilo o litro de miel pura de abejas
Dos hojas grandes o tres pequeñas de la planta llamada ALOE (en otros países se conoce como SÁBILA) (1 kilo)
Tres cucharadas de cognac, whisky, tequila o aguardiente (esto se usa como vaso dilatador), o 750 de un muy buen vino tinto)
PREPARACIÓN: Lavar las hojas para quitar el polvo y sacar las espinas del Aloe. Cortarlas en pequeños trozos e introducir todos los elementos citados, en una batidora o procesadora. Batir hasta formar una pasta viscosa. Ya esta lista para tomar. Se puede dejar fuera de la heladera o poner en el refrigerador, al gusto de cada cual. No debe quitársele la cáscara al Aloe, ni colar la mezcla Debe tomarse una cucharada grande, tres veces por día, 15 minutos antes de cada comida. Esto debe hacerse por 10 días seguidos. Se aconseja agitar el frasco antes de cada toma. Si después de haber tomado la bebida salen abscesos en la piel, es buen síntoma. Si después de la primera toma no se han obtenidos los resultados deseados, se puede repetir luego de un intervalo de 7 días. Beber hasta 4 veces más, evaluando la evolución del estado de salud.