domingo, 31 de julio de 2011

LA BIBLIA Y EL CALEFÓN. (Prejuiciosos:no leer)


“También debes saber esto, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres…desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables…” (2 Timoteo 3:1-3). “Y por haberse multiplicado la maldad, el AMOR de muchos se enfriará” (S. Mateo 24:12).

¿Qué te pasa HUMANIDAD? ¿Enloqueciste? ¿Cuándo va a parar todo este escenario siniestro? ¿Dónde está el camino del RETORNO? Guerras, violencia, venganzas, intolerancia, impiedad, mezquindad, indiferencia, pulseadas de PODER, terrorismos internos, orfandades, desamparos… Al Gore, calenta-miento global, efecto invernadero, descongela-miento de glaciares, volcanes en erupción, cenizas volcánicas, huracanes, terremotos, deterioro lógico de cualquier planeta, estrella, astro y sobre todo, deterioro del espíritu humano.

“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la Tierra angustias de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la Tierra; porque las potencias de los Cielos serán conmovidas” (San Lucas 21:25- 26)

¿Cómo calmar una actividad volcánica, si no se es capaz de calmar las emociones primarias más negativas del SER? Celos, envidias, avaricia, voracidad, vanidad, ego trips diversos, ostentación, abandonos, exclusiones, obsesiones… ¿Hacia dónde puede huir el SER ante la inminente furia enloquecedora de la naturaleza y de su naturaleza propia? ¿Cuándo se convierten en “normales” las atrocidades del Hombre? Se puede tratar de aceptar el efecto devastador del tsunami-terremoto de Japón, como fenómeno geo-físico, pero ¿Cómo aceptar el contrabando de órganos o el tráfico de niños abandonados luego de lo sucedido? Es desbordante. Cuando deberíamos estar desbordados por el cantar de un pájaro, por el sonido de la ola en su rompiente, por el susurro del amante al oído… ¡La humanidad habrá enloquecido, porque lo “natural” HOY, es que la vida no valga nada! Pocos recuerdan ya, el famoso y antiguo “tiro al blanco” de los parques de diversiones, pero se juega al “tiro al blanco” estudiantil, en universidades, colegios, en la calle, de día, de noche, de tarde… dentistas que asesinan familias y conviven “naturalmente” con todos nosotros y hasta se convierten en ídolos para algunos “asesinos en potencia reprimidos”; otros que luego de asesinar a sus padres, dirigen los fondos de asociaciones depositarias de sueños y fe de muchos; muertes que se ejecutan como castigo, por haber matado a otro/s; el ser combate lo que critica, haciendo lo mismo! Cuando lo hacen otros…Ahhhhhhhh… mirá vos lo que hizo…hay que matarlo, castigarlo, colgarlo, dar el ejemplo…cuando lo hago YO…ahhhhh…bueno…se hizo justicia. ¿Qué pasó? ¿Cuando “La naranja mecánica” dejó de ser una película escalofriante y se convirtió en Tom & Jerry al lado de la realidad actual? ¿Cuándo sucedió que un par de zapatillas o un celular costaran una vida humana? ¿Cuándo se convirtieron en héroes los cabecillas de bandas que salen a matar por diversión todas las noches? ¿Y si el error fuera creer que el ser libre es lo mismo que hacer cualquier cosa? “Yo puedo hacer lo que quiero porque soy libre, si quiero te mato, me mato, te ultrajo o maltrato, te insulto, te pego”. ¿Y si se hubiera entendido que ser libre es no respetar? ¿Si se creyera que “alguien tiene que pagar por lo que la vida no dio o quitó”? En algún momento sucedió que el trabajador dejó de ser un afortunado y pasó a ser un imbécil. ¡Cómo si trabajar fuera un castigo y aprovecharse de los demás fuera cosa de vivos! ¿Para qué voy a ser honesto, trabajador, solidario, confiable, si puedo ganar lo mismo robando, sacándoles a los demás lo que “yo creo que no necesitan y la vida me debe”, o matando para robar? El ser de humanidad se ha hecho prisionero de sus complejos, de sus pasiones, lo mata la ambición, lo consumen sus propios vicios, y bajo este prisma, no puede ser feliz. Solito va colocando las rejas de su propia prisión, y como un hámster, acumula resentimientos que lanzará con flechas envenenadas, desde un rol de víctima que ya, ni él mismo se cree. Luego, se aísla. Y seguramente, todo comenzó el primer día que sintió miedo. A partir de ahí, “se agrandó Chacarita”, pero es ficticio. Es sólo un disfraz para que no se le note que está aterrado y la única manera que encuentra de seguir adelante es expresándolo con violencia. Ese es “el secreto”. El violento es nada más que un muerto de miedo. La violencia es una manifestación del miedo. Cuanto mayor el temor, mayor la violencia. Quien nada teme, vive en paz. Pero no una paz artificiosa, lo que se dice en el barrio: una gastada. No. Hablo de serenidad, empatía, ese acompañar de corazón a corazón, esa capacidad de comprender, de ponerse en el lugar del otro, sin burlarse, sin sentirse superior, sin abandonar a mitad de camino cuando las papas queman. Paz, lisa y llanamente. AMOR INCONDICIONAL.

“Yo puedo hacerte de nuevo si me entregas tu corazón” (Jesús)

Para aquellos “amadores de sí mismos”, es hora de entregar su corazón? Cualquiera sean las creencias o las no creencias, ofrecé tu corazón! Hay millones de personas en el mundo, más allá de tu familia, tu barrio, tu gato, tu auto, que son todas extensiones de vos mismo. Hay seres sufriendo, gente explotada, abusada, hay hambre que generará guerras por todo el mundo, hay pobreza, desespero, hay chicos “del paco” o la paca con dos neuronas sobrevivientes, ante la indiferencia del mundo y la complicidad de un sistema, hay narcos institucionalizados, que por supuesto no consumen, pero se llenan los bolsillos con los que consumen gracias a ellos. Pero la violencia no es solución a la violencia. Y violencia puede ser también la indiferencia, el silencio, la ceguera, el “les affaire” o el “no te metas”, “Vos ocupate de tu familia que con eso tenés bastante”. Parece que se hubiera perdido el verdadero sentido de nuestra presencia en este planeta. Y cuando el sentido se pierde, se pierde el timón. El engaño, la seducción, la mentira, la estafa, la omisión, son parte del día a día y pueden llegar a enfriar tu capacidad de entrega, de AMAR. NO CLAUDIQUES. NO BAJES LOS BRAZOS. NO TIRES LA TOALLA. DEJÁ QUE LA UTOPÍA, O LA FE, O AUNQUE SEA LA TERQUEDAD SEAN EL MOTORCITO PARA SEGUIR CREYENDO, CONFIANDO, AMANDO. LOS PRINCIPIOS NO SE NEGOCIAN. NO TE DEJES EMBAUCAR. NO TE DEJES CONFUNDIR. SEGUÍ ANDANDO SANCHO Y NO PIERDAS DE VISTA TU ZANAHORIA.

Desde el alma y con el corazón.
Liliana Marcela Pérez Villar
lilianamperezv@gmail.com
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