lunes, 3 de mayo de 2010

LA CODICIA



¿Es la CODICIA, solamente, sinónimo de avaricia, ambición, avidez, deseo, afán?
¿Es la CODICIA, solamente, sinónimo de usura, de ruindad, un apetito ansioso de bienes y riquezas?
¿Es un avaro alguien cuya codicia no tiene límites?
¿Es CODICIAR ambicionar ardientemente prestigio y dinero y nada más?
¿Es CODICIAR seducir para poseer?
¿Es CODICIAR sinónimo de tener agallas, de vampirizar?
¿Podemos atribuirle al apetito sexual excesivo, un aspecto de CODICIA?
Reproduzco una frase del diccionario:
CODICIA: “Cualidad del toro de perseguir con vehemencia y tratar de coger el bulto o engaño que se le presenta”
Embestir, afán desmedido de bienes y riquezas, deseo exaltado de conseguir cosas…
Un avaro, alguien cuya CODICIA no tiene límites.
Parece ser que al hablar de CODICIA, siempre hacemos referencia al dinero.
Pero la CODICIA implica otro aspecto más importante aún: el PODER.


Una buena manera de reconocer de qué estamos hablando es ver la diferencia entre Codicia y Necesidad. El que persigue un beneficio personal, logros, éxitos, un provecho determinado, estará en el camino de la CODICIA. Lo mismo da si es material o no. También se puede ir detrás de la CODICIA de información, del acopio de conocimientos, del acaparamiento de datos científicos, convirtiendo al ser en inestable, poco confiable. A veces el tema es sobre quién gana, ni siquiera importa qué se posee. Aunque luego lo “obtenido” se pierda, o se lo lleve otro. Es importante dejar en claro “quién venció”. Eso…es CODICIA. “El Albañil que es codicioso abandona la Obra cuando halla en su camino otra obra aún cuando ésta última sea de Tinieblas realmente. De la Gran Obra se retiran los codiciosos. Muchos son los que comienzan el Trabajo, pocos los que lo terminan.”. (Samuel Aun Weor)
Aparentemente, el motivo manifiesto sería lograr la satisfacción. Pero aún en caso de “obtener lo deseado”, esa supuesta satisfacción no aparece. Es como si no hubiera límites.
La realidad es que si vamos por la vida con ese sentido de “contento”, no necesitamos un “objeto del deseo”. No necesitamos “algarabía”, “excesos”, “sustancias”, “bienes” “dinero”. Porque el Bien Estar no reside en la gratificación de obtener el objeto. Igual estamos bien con nuestro “contento”.
Antídotos: Desapego, generosidad, desprendimiento, desinterés y sobre todo,
“NO APROVECHARSE DE NADIE, NI DE NADA, NI SIQUIERA...DE UNO MISMO”


Desde el alma y con el corazón.
Liliana Marcela Perez Villar