lunes, 3 de febrero de 2014

2014 Año del Caballo de Madera

“Hablaban de un caballo”. “Yo creo que era un ángel”. Oliverio Girondo A partir del 31 de enero de 2014 hasta el 18 de febrero del 2015. Todos los nacidos en los años 1906, 1918, 1930, 1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002, 2014 Año 4712 del calendario lunar chino, Chau chau adiòs Serpiente! Bienvenido el año del caballo! El séptimo de los doce animales del Zodìaco chino, enérgico, audaz y afortunado. Hija de un papà caballo…¡Què les puedo decir! Un papà de quien aprendì a estar en movimiento, un aventurero que disfrutaba enormemente de viajar, de salir a pastorear por los prados y que contra viento y marea, siempre encontraba en el cielo atiborrado de nubes, en medio de rayos y centellas, un claro en la distancia, un rayito de sol que indicaba que, indudablemente, “la tormenta iba a parar”. Por negro que se viera todo, èl encontraba luz por algùn lugar que señalaba claramente con el dedo. -¿Ves Lila? Allà lejos, pasando la cortina de agua? Bueno, calculale unas dos, tres horas y sale el sol. Y el sol salía!!!! Y…si lo decía èl… A pesar de sus aspectos estructurados que sí los tenía, como buen laríngeo y virginiano, mi papá caballito siempre traía un aire renovador y una promesa de: “Esto también pasará”, de expansión y me llevaba al trote al lado suyo. Fue un muy buen entrenamiento para M.O.V.E.R.S.E. respetando los ritmos y siguiendo la energía. Los caballos son grandes atletas y les gusta el deporte Debía aprender a comunicarme con él de manera para verbal. Si bien era un gran hablador, elocuente, de esos que suelen meterse a la gente en un bolsillo y muy seductor (como buen caballo), conmigo siempre fue bastante distante en sus demostraciones de afecto y diálogo, hasta que ya de grande, pude revertir desde mi este tipo de comunicación. Tuve que aprender a escuchar lo que me decía desde la posición del silencio. Desde allí, entrar en armonía con su energía, también corporalmente, acompañándolo en sus interminables cabalgatas por la playa, que jamás olvidaré y siguen siendo hasta hoy, una de las cosas que más disfruto en la vida. Era feliz pastoreando en libertad, suelto. Hasta sus últimos años, trotaba alrededor del circuito KDT en Palermo, varias vueltas. Un modelo a seguir desde el cuidado de la salud y su estado físico en general. Pero también conocía el paso lento cuando no lo apretaba la ansiedad y cuando nadie osaba utilizar el menor atisbo de violencia para disciplinarlo o domesticarlo. Cultivaba el TAO sin saberlo: “Hay un momento para andar y otro para detenerse” Y la cualidad de distinguir cuándo andar y cuándo no. Como todos nosotros tenia sus esclavitudes y las conocía. Eran los únicos momentos en los que se lo veía echado al sol…reposando…tirado. Pero sólo para tomar envión otra vez. Le pesaba el establo. Le apretaba el corral. Era un bailarín innato, a pesar de su profesión, que sólo se sentía dichoso sin el frenillo puesto. No hay signo más egocéntrico que el caballo. Grandes seductores, magnéticos, irresistibles, avasalladores, encantadores. Todos y todas. Inteligentes, de razonamiento rápido, expeditivos si están centrados, a la conquista. ¿Se acuerdan de Mr. Ed? Los de más de 40 y pico deben recordarlo. ¡Era mi favorito! ¡Amaba a Mr Ed! “Caballo con voz no hay dos, no hay dos, sólo Mr. Ed tiene bella voz…” Su magnetismo y sus encantos hacían que el pobre Wilbur cayera de rodillas a sus pies! Por eso hay que conocerlo y no hipnotizarse con todas sus cualidades antes de tiempo. Recuerden el famoso caballo de Troya, que era de madera precisamente. Hay que imitar y aprender de sus cosas buenas, no intentar doblegarlo y dejarlo trabajar y confiar que de a poco, logrará plasmar sus ideas. Caballo domado, no sigue su naturaleza. “El río en el verano y un puente. Pero el caballo pasa por el agua”. Masaoka Shiki No les cuentes un secreto, si tienen flojo el freno, se les va a escapar. Suelen tender a invadir la intimidad de los demás, y a ser egoístas y ambiciosos. No les pesa en la conciencia conseguir algo a costa de los intereses de los demás. Este es un gran inconveniente. ¿Qué podemos esperar del Año del caballo? “Cuando bordeamos un abismo y la noche es tenebrosa, el jinete sabio suelta las riendas y se entrega al instinto del caballo”. (Armando Palacio Valdés) Convertirse en un buen jinete o amazona, no estancarse, M.O.V.E.R.S.E.: EL CABALLO PUEDE SER MUY IMPULSIVO SI SE DESBOCA.. Es un año para plasmar los sueños que quedaron pendientes del año de la serpiente de agua. Soplan vientos de cambio a favor de los sueños e ideales. El seductor caballito favorecerá en este tiempo el romance, el enamoramiento, las relaciones amorosas y afectivas. Nos llevará a cambiar o a buscar horizontes. Aires de cambios en las costumbres, hábitos, rumbos. Cambios estructurales en lo socio-cultural, educación, salud, hábitat. Aunque sabemos que siempre hay temas que exigen atención urgente y no tienen pronta resolución a la vista. Los tiempos favorecen que esto suceda. Habrà que ver, què se hace entonces. Ante la bruma y la amenaza, salir a galopar a campo abierto con las crines al viento, relinchando hasta cansarnos y volver al paso a los brazos de algún ser amado que nos de un terroncito de azúcar amablemente. Habrà que buscar una relaciòn màs acordada entre deporte o movimiento, alimentación y respiración. Apoyarse en la meditaciòn y la oraciòn para la evoluciòn y desarrollo de los centros superiores. Es un año para evolucionar, no sòlo fìsicamente. Revisar el estilo de vida y hacer los ajustes necesarios. Un año romàntico. Dosificar las velocidades. No salir a cabalgar a pelo, cuando se puede trotar o andar al paso. Tambièn es posible detenerse y contemplar. El elemento madera: Gobierna la vesícula biliar y el hígado. Se refiere también a las estructuras en crecimiento: las raíces, el tronco y las ramas en los árboles y las plantas; la columna vertebral, los miembros y las articulaciones en los hombres. Un desequilibrio en este elemento puede ser causa de problemas de columna, escasa flexibilidad o el débil enraizamiento de un individuo. Una fuerte atracción o desagrado al mismo puede ser un indicador de un desequilibrio en el elemento madera. Los ojos son el órgano sensorio del hígado, por lo tanto la vista es el sentido y las lágrimas el liquido. El sabor es el agrio. Con este elemento se relacionan la emoción de la cólera y el sonido del grito. La cólera reprimida puede dañar el hígado. El hígado también puede desactivar las hormonas de la tiroides y las sexuales, influyendo así en el metabolismo. Mentalmente, se relaciona con la idea, creando claridad mental y la capacidad de centrarnos y tomar decisiones. Estando en desequilibrio, puede denotar una falta de facultad de juicio, planificación y organización, y de la incapacidad de tomar decisiones. Un elemento madera muy desarrollado puede resultar en una mentalidad excesiva, alguien controlador que trata de organizarlo todo y a todos, con grandes dificultades para relajarse y que tendera a los dolores de cabeza y a sentir tensión en el cuello y espalda. Una persona con desequilibrio en el elemento madera, se levanta aletargado y falto de energía. Los tejidos que rige la madera son los músculos, ligamentos y tendones: las partes que mantienen nuestra cohesión y nos dan fuerza y flexibilidad. También es este elemento el que nos da la capacidad de control. . La debilidad y fatiga muscular son dos posibles dificultades cuando este elemento se encuentra desequilibrado o cuando nos enfrentamos a un desafío o necesidad de cambio, podemos responder tratando de controlar nuestra conducta o la situación. El hígado es la casa del alma y es el elemento madera quien nos da inspiración y deseo de vida. Cuando es débil nos puede faltar el entusiasmo y la chispa de vida. De un animal tan bello como el caballo, es difícil no apasionarse; fuente de inspiración en las diferentes ramas del arte como la poesía, la pintura, la escultura e incluso la música. A compartir la pradera ANAMCARAS. Queda todo por andar. Un saludo en dos patas por la casita del prado. Desde el alma y con el corazón Liliana Marcela Pèrez Villar FB: ANAMCARA CENTROS DE ENERGÌA