domingo, 25 de julio de 2010

Creo para comprender, y comprendo para creer mejor. San Agustín


-“Iba caminando por el pasillo hacia su habitación y algo llamó mi atención sobre mi izquierda”:
-“¿Qué hace ahí señor?”
-“Estoy acá”
“Me di cuenta que unas personas que estaban ahí, me miraban con cara rara”. “Recuerdo haber pensado que no era posible que alguien se colocara en ese lugar, entre una pared y un ventanal, ya que el limitado espacio no lo permitía”
“Quedé con una sensación muy extraña, desagradable”. “Al entrar a la habitación, sobre la mesa de luz, un portarretrato con su foto me congeló la sangre”
-“¿Te pasa algo?” “¿Te sentís bien?”
“No logré contestarle y debe haberse dado cuenta que algo pasaba, porque me dijo que estaba blanca como una hoja”
-“Es mi marido”. “Falleció la semana pasada”. “Pensamos que iba a llegar al parto, pero lamentablemente…”
Lo primero que se me ocurrió preguntarle fue, si llegó a contarle a ella, de su encuentro con él en el pasillo.
-“Noooooooooooo”, me dijo. “¿Qué le iba a decir?”
La persona que vivió esta experiencia y otras, con las que convive habitualmente, no conocía a esta familia, ni a la mujer, ni al marido, ni a la beba y sólo estaba allí por razones laborales.
Cuando nos conocimos, hace ya unos 6 años, era difícil la comunicación más allá de lo cotidiano o trivial. Como si hubiera mucha defensa, mucho temor de relacionarse, de darse a conocer. A medida que fue pasando el tiempo y nuestra relación atravesó por distintas formas y momentos, el afecto fue creciendo, se hizo muy fuerte y comenzó a abrirse como un capullito, tímidamente al principio, hasta el vínculo que llegamos a tener hoy, basado en la confianza, el amor, la solidaridad y la incondicionalidad.
¿Cómo puede ser que a esta persona tan joven, se la haya tratado con tanta medicación psiquiátrica? Se la ha tratado por “locura”, sospecho que por “esquizofrénica”, “una persona que no está bien”, etc.
La esquizofrenia, según la definición de la OMS pertenece a un “grupo de psicosis en las que se presenta una deformación fundamental de la personalidad, una distorsión característica del pensamiento, una sensación de ser dominado por fuerzas extrañas, delirios que pueden ser extravagantes, percepción perturbada, anormalidades en el afecto que no se ajusta a la situación real y autismo. Sin embargo, se mantienen usualmente una conciencia clara y una capacidad intelectual intacta…”.
Siguiendo esta línea de razonamiento, gran parte de mis amigos, colegas, Maestros, alumnos y pacientes, incluyéndome en la lista, seríamos considerados “esquizofrénicos”.
Si definimos al NORMAL, hablando en términos de la psique, como a quien actúa y se comporta como la mayoría de las personas que lo rodean y si no lo hace, es considerado enfermo, bueno…ratifico lo dicho antes.
¡Es que no me queda mas remedio!
Cabría preguntarse entonces, ¿Para quién estaríamos locos?
¿Los seres que habitamos este nivel de existencia, somos nada más que una bolsa de huesos, músculos y líquidos? ¿Cuerpo físico que, con suerte, se mueve? ¿O podríamos ser espíritus conformados, es decir “con forma”, a quienes se nos dotó de un manto que nos contenga, para poder vivir nuestra presencia actual terrestre?
¿Cabe la posibilidad de que algunos seres, que no han bloqueado su capacidad de relacionarse con espíritus “no conformados”, es decir, sin esa forma terrestre, que ya no habitan en esta presencia, se comuniquen perceptivamente o sensorialmente o a través de los sueños?
¿Quién puede indicarnos que lo que percibimos es lo que en verdad acaece? ¿Por qué es de locos decir lo que se ve?
¡Tantos tests psicológicos, tantas entrevistas, evaluaciones, o lo que es peor, UNA SOLA ENTREVISTA y con un antipsicótico resolvemos el tema y a casa tempranito!
Pero… ¿y la foto del portarretratos? Si ya sé. Escucho las preguntas de sospecha. No, nunca había visto a ninguno de ellos. No conocía a nadie en común. Era su primer contacto.
¿Estaba loco Don Quijote cuando veía GIGANTES en lugar de los Molinos de viento que veía Sancho? ¿Y si era al revés? ¿Si todo es producto de nuestra imaginación… ¿No serían GIGANTES? ¿Si no era ninguna de las dos cosas? Lo tildaron de LOCO en el preciso instante en que comenzó a hacer y ver las cosas de una manera diferente a su entorno. A mi me parece uno de los seres más coherentes y fascinantes de la literatura universal. Un perseguidor de sueños, un defensor de los ideales, un enamorado eterno… ¿Eso es estar loco? ¿Raro? Podríamos decir entonces que Cervantes tampoco existió, o que el libro que tengo ahora en mis manos, tampoco existe y es sólo producto de mi imaginación. Sólo existe en mi mente entonces. ¿O tampoco? Si tus ojos te muestran un Dragón rescatando a la princesa del ardor de las llamas, ¿Será que te han puesto ojos para que lo vieras o para que aprendas algo? Ojos o imaginación o percepción…o lo que sea.
Es que Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres. (Albert Einstein)
¿Cómo distinguir entre real e irreal? Si los murciélagos pueden ver por dos antenitas en la oscuridad, alimentarse y volar…
¿Por qué algo tan maravilloso como esta experiencia que les conté hoy, debe culminar en una cargada, un chiste morbo o raro, una burla, sospecha o sorpresa? ¿Locura? ¿Alucinación? ¿Divague?
Si en esa foto del comedor de su casa apareció una quinta persona, cuando en realidad eran sólo 4, ¿Por qué esconderla? Después de todo, cada quien va a ver lo que desee ver y va a pensar lo que elija pensar.
La cosa es que Don Quijote decía lo que sus ojos le enseñaban, porque así lo deseaba. Pero de hecho, hubo toda una confabulación celestial para que le permitieran verlo. ¿Fue sólo producto de su imaginación?
¿Acaso ha sido demostrado científicamente que Dios existe? Y si alguien tiene datos de que así haya sido, ¿Es motivo suficiente para creer en Él?
¿Podemos abandonar la soberbia unos instantes y considerar que tal vez, (sólo tal vez, ¿eh?), haya personas con una percepción sensorial o extra-sensorial que les permite relacionarse, ver, oír, percibir, comunicarse con espíritus no conformados? ¿Podrían tener dones como mediums, o una sensibilidad muy desarrollada, en lugar de ser catalogados de locos o esquizofrénicos?
¿Podrían ser almas puras, genuinas, sin maldad, casi…infantiles?
¡¡¡¡Ayyyyyyyy, el miedo!!!! ¡El MIEDO es sólo falta de experiencia! Quien nunca ha vivido una experiencia mística o extra sensorial, no puede conceptualizarlo. No puede aceptarlo, no lo imagina y, como al mismo tiempo le teme, lo descalifica, lo minimiza, se ríe de miedo. Es una experiencia totalmente intransferible. Por lo que habitualmente, no se cuenta y se termina sintiendo incomodidad, inadecuación, algo anda mal… Pero no, es un Don y cuando se nos da un Don en custodia, justamente, hay que custodiarlo y honrarlo.
Hay lugar para todos. Para la esquizofrenia, para la locura, la fe, la falta de fe y para la videncia y experiencias que la mayoría teme aceptar, pero que en el fondo…les encantaría, aunque no se animem.
Para el que cree, no es necesario ninguna explicación: para el que no cree toda explicación sobra.

¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos? Groucho Marx



Desde el alma y con el corazón.
Liliana Marcela Pérez Villar.