domingo, 22 de agosto de 2010

HAY QUE ABRAZAR MÁS...MUCHO MÁS...Y MÁS...


En estos últimos tiempos, me ha llamado poderosamente la atención, la cantidad de pacientes que han venido a la consulta por dolores en los brazos. A tal punto, que comencé a preguntarme qué podía estar pasando, más allá de lo personal, para que seres de distintas clases sociales, algunos que se conocían entre si y otros que nunca se habían visto, pacientes de primera vez y otros que están bajo tratamiento por distintas razones, jóvenes, adultos y mayores, varones y mujeres, se quejaran todos de lo mismo.
Y es una queja con disgusto, algo que desagrada y enoja a quien lo padece. Una queja diferente de otras quejas. El dolor en los brazos genera angustia, impedimento, renuncia. Y es curioso, independientemente del brazo izquierdo o derecho, al pedirle a los pacientes que me señalen con un dedo el recorrido del dolor, luego de hacerlo (por distintos canales dependiendo de la persona), todos terminan con su mano en el pecho y marcando hacia ambos costados. En ese lugar, justamente, hay un músculo superficial, plano, que todos habrán oído nombrar alguna vez, el PECTORAL MAYOR. Su origen es la cabeza del esternón y la clavícula y su inserción la ranura intertubercular del húmero. Está inervado por los nervios PECTORALES MEDIAL, (T1) y LATERAL, (C5, C6 y C7). Su acción es la ROTACIÓN, FLEXIÓN Y ADUCCIÓN DEL HOMBRO. El músculo se encuentra cubierto por el tejido subcutáneo y la piel. En el caso de las mujeres, encontramos inmediatamente anterior la glándula mamaria. Además, por la disposición de sus fibras, mediante una acción pasiva puede realizar una inspiración de forma accesoria, al levantar los brazos. Las vértebras cervicales conforman lo que llamamos CUELLO y simboliza la flexibilidad, la blandura y la posibilidad de ver las cosas desde otro lugar, otro punto de vista, ver lo que hay detrás o a los lados, arriba o abajo, salirnos de las anteojeras y de la rigidez de un solo punto de vista. Esa zona de nuestro cuerpo físico suele estar muy emparentada con lo emocional y lo afectivo, donde se apoya la parte superior de la columna, y genera una sensación de no ser amado que bloquea la expresión del AMOR. Eso termina produciendo CULPA y DOLOR. Y el Dolor va a permanecer ahí, hasta que se tomen las decisiones pertinentes a ese momento de vida que se está atravesando. Ese DOLOR está actuando de timbre, avisando que hay algo por hacer, que no se está haciendo. Aparecen lo entumecimientos u hormigueos (parestesias) como avisándonos que esos brazos se nos están... se nos están... ¿muriendo?, porque la manifestación de ese AMOR está tannnnn reprimida, que se echan a dormir... ya sea como una forma de rebeldía o negación a vivencias nuevas, o la capacidad de adaptación a M.O.V.E.R.S.E. por la vida con mayor autenticidad o por la bronca que se siente ante esa sensación (sin sustento espiritual) de falta de AMOR. Y CASTIGARSE suele ser una conducta a veces inconciente, otras no tanto, un rebusque de la CULPA que no es mas que otro invento del pensamiento. Pero los BRAZOS personifican la posibilidad y el don de ABRAZAR LA VIDA. Y eso, además de AMANTES, AMIGOS, HIJOS, PERROS, abarca a cualquier MANIFESTACIÓN VITAL. Estamos tan reducidos, tan circunscriptos a nuestro metro cuadrado, nuestros hijos, nuestro barrio, nuestro perro, nuestro gato, nuestra familia, que no vemos los millones de metros cuadrados que hay en el planeta, los millones de seres que descartamos, que dejamos afuera, más allá de “nuestros nuestros” que cohabitan debajo de esa Bóveda Celeste. ABRAZAR AL DOLOR AJENO, ABRAZAR SI QUIEREN A LOS AMANTES, FAMILIARES Y AMIGOS, PERROS Y GATOS, PERO ABRAZAR SOBRE TODO AL DOLOR DE HUMANIDAD. Como el beso del príncipe a la bella durmiente. DESPERTAR CON UN ABRAZO AL SENTIDO DEL AMOR. ¡DESPIERTA HUMANIDAD! Los HOMBROS nos permiten transportar esas experiencias de vida. Dependerá de nuestra actitud, hacerlo con alegría o convertirlo en una carga. Si nos permitimos relacionarnos con el entorno, con el Cielo y con nosotros mismos, de una manera amorosa, salirnos de la maquinita productiva trituradora de sentires y conectarnos con la alegría espontánea podremos ejercer de AMANTES DE LA VIDA Y SANAR ESOS DOLORES ABRAZANDO A TODO Y TODOS MÁS, MUUUUUCHO MÁS...Y MÁS...


Desde el alma y con todo el corazón, LOS ABRAZO.
Liliana Marcela Pérez Villar.