lunes, 27 de enero de 2014

SENSACIONES- PERCEPCIONES- CREENCIAS

Solemos hablar de PERCEPCIONES con un sentido de familiaridad, que no nos permite interpretar con claridad a què nos referimos exactamente. Confundimos las sensaciones con las percepciones, usàndolas como sinònimos cuando no lo son. La SENSACIÒN podrìa explicarse simplemente, como la respuesta de los órganos que tienen los sentidos vista, olfato, tacto, oìdo y gusto frente a un estímulo. La PERCEPCIÒN responde a estímulos cerebrales y genitales alcanzados por medio de los sentidos, que dan forma al entorno. Esto otorga la facultad de recoger a travès de todos los sentidos, imágenes, improntas o sensaciones para enterarse, comprender y reconocer algo. La percepción le permite al SER absorber, procesar y conceptualizar la información que le llega en forma de estìmulo externo, valiéndose de los sentidos. Podrìamos sintetizar diciendo entonces que la PERCEPCIÒN es una INTERPRETACIÒN SUBJETIVA Y PERSONAL de una SENSACIÒN. Pero la acciòn de PERCIBIR implica una acciòn de INTERPRETAR basado en todo un conjunto o sistema de CREENCIAS QUE EXISTE PREVIAMENTE A LA PERCEPCIÒN. Esto puede llegar a poner en jaque a todo ese sistema e incluso puede llevar a patear un tablero largamente construìdo y sostenido con una vida de pensamiento, palabra y obra, una vida de pensamientos, sentires y haceres, profundamente arraigados, sostenidos y defendidos a capa y espada. Pero cuando la idiosincrasia, o sea, esa manera característica de pensar, sentir o actuar de una persona o de una comunidad que la distingue de otros; cuando ese modo de ser característico de una persona o cosa, su carácter, su temperamento se siente en riesgo, aparecen toda una serie de síntomas que pueden ir desde la ansiedad, el miedo, hasta el pànico. Se ponen en juego toda una serie de mecanismos defensivos que pueden llevar del miedo a las distintas formas de violencia: enojo, broncas, rencores, resentimientos, dependiendo de què tan pendiente o no estè la resoluciòn frente a cada estìmulo. Es lògico deducir entonces, la eventual clausura de los sentidos, a los que llamaremos APERTURAS, para evitar asì la entrada de la información que no queremos recibir. La capacidad de ver con claridad la vida, requerirà de una vista sana. Pero no querer ver, no poder perdonar, el sentir enojo, ira, frustración, generaràn conjuntivitis, orzuelos; los estrabismos convergentes o divergentes para no enfocar bien el afuera, para evitar reconocer la situación presente; la sensación de final de las cataratas; el rencor que termina en glaucoma…Es decir, cuando hay una situación que desde la salud y armonía no se puede resolver, el organismo apela a la enfermedad como mecanismo de adaptación y sobrevivencia. Los oìdos se cierran para no oìr aquello que no se puede procesar. Mucho grito, mucha pelea, algarabía. Malas noticias. “No puedo soportar escucharte decir eso”. Otitis. Las manos llagadas, con durezas, alergias…impiden acariciar, impiden disfrutar las experiencias táctiles con AMOR, ternura, alegrìa… Es decir, los ejemplos son interminables, y todos podrìamos aportar experiencias personales o historias que conocemos relacionadas con este tema. Es fundamental aprender a respetar los tiempos de los procesos de cada uno. Lo que para algunas personas puede presentarse como una pavada, tal vez para otra sea el fin del mundo, y para otra totalmente intrascendente. Dependerà de la historia de ese SER. Es imprescindible aprender a respetar las Creencias que no compartimos. Acompañar sin presionar. Damos por sentado que siempre se parte de las buenas intenciones. Pero las buenas intenciones no son suficientes. Ese es el trabajo justamente. Estar en disponibilidad sin ejercer PODER en la asistencia. La idea no es tener razòn, sino dejar espacio para asistir desde la necesidad del otro. Para lo cual, hay todo un trabajo de compromiso de evoluciòn espiritual y abandono de egos y narcisismos. A los sentidos se los purifica en el dìa a dìa. Hay que M.O.V.E.R.S.E. para limpiarlos y que esas percepciones, que llegan a travès de los sentidos, de las sensaciones, no estèn contaminadas por otros factores, que distorsionen un autèntico sentir. Los espero para M.O.V.E.R.N.O.S. juntos y trabajar las descalificaciones, que tanto daño hacen a la percepción genuina de las sensaciones. Desde el alma y con el corazón. Liliana Marcela Pèrez Villar FB: ANAMCARA CENTROS DE ENERGÌA