miércoles, 27 de octubre de 2010

NÉSTOR KIRCHNER un estilo de vida, un estilo de partida.


Vivir con PASIÓN no significa “a costa de nuestra propia vida”. Muchos de nosotros deberíamos aprender a mantener nuestras pasiones, nuestros amores, en un lugar donde no se nos fuera el último suspiro en ello. La Pasión es un estilo de vida. Pas...ión. Si realmente estamos apasionados, estamos “accionados” en Pas...Paz. Esos IDEALES que mueven nuestros hilos de conexión con el TODO, ese entramado “magma”, no es sinónimo de EMOCIONES. Se confunde PASIÓN con EMOCIÓN, con CALENTÓN. “Es que yo soy una persona APASIONADA” (excitada, exaltada, enardecida) en lugar de poner a la PASIÓN en un lugar de SERVICIO, donde signifique arrancar desde un IDEAL, un sueño, una utopía, avanzarlo con alegría y fervor como un rapto de locura enamorada y finalmente declararse APASIONADO, algo así como vivir comprometido y entregado a ese AMOR A UN IDEAL. Una vida en SERVICIO que es la expresión máxima del AMOR. Pero a veces, se hace difícil comprender que VIVIR EN SERVICIO, EN DISPONIBILIDAD, no quiere decir SER SERVIL. Sólo podemos ser SERVILES ante la FUERZA DIVINA QUE TODO LO GOBIERNA. Ser SERVICIAL, no significa SER SERVIL. Como la PASIÓN tampoco debe de ser la excusa para justificar broncas, rencores, enojos que, tarde o temprano, terminan en tiempos de enfermedad. Sabemos que la VIDA y la MUERTE no están en manos del SER HUMANO. Aunque a como estamos viviendo, por momentos parece que si lo fuera. Pero como dice el chiste que todos conocemos: “Te mandé un salvavidas, te mandé una patrulla de rescate, te mandé a Prefectura Nacional y no agarraste ninguna...”. La verdad es que cuando vivimos APASIONADOS, no deseamos irnos para aquellos otros domicilios, porque tenemos mucho que hacer por acá todavía. Porque deseamos plasmar ese IDEAL en vida, como testimonio de AMOR, como una recreación del PARAÍSO en la TIERRA. Entonces, más allá de ideologías políticas, religiosas, de acuerdos o desacuerdos, encuentros o desencuentros, creencias, afinidades o rechazos, hay un ESTILO DE VIDA que nos mantiene CENTRADOS O DESCENTRADOS. Y ahí, nadie puede opinar. Ahí se elige. O me quedo quietito, sin moverme, con mis miedos, mis obsesiones, mis rencores, penas y nostalgias, y de ser posible, siempre responsabilizando a otro por lo que me pasa o me dispongo a vivir, coherentemente, con mis sueños por delante, alineando lo que siento, con lo que pienso y lo que hago. Desde esta óptica, creo que es admirable, ver seres comprometidos, enamorados de la vida, solidarios, altruistas, honestos, leales, entregados y sinceros, haciendo “LO QUE HAGA FALTA, POR EL BIEN DE TODOS”. Más allá del ejemplo, coincidencias o no, es conmovedor ver “locos utópicos” (me siento parte de esto) remándola y remándola, contra viento y marea, ante cualquier adversidad, poniendo el corazón, el alma, en cada acto de la vida. Hasta consigue por momentos mitigar la pena de tantos otros que parecen haber perdido el AMOR POR LA VIDA, LOS VALORES, LOS CÓDIGOS. Pero creo que, hay que aprender a vivir APASIONADOS POR EL IDEAL, sin torturar al cuerpo, exponiéndolo innecesariamente. Aprender a MOVERSE sin dañarlo, a cuidarlo, a no ser tan omnipotentes. Una cosa es vivir en el sentido de la inmortalidad y otra es creernos SUPERMAN (a quien tampoco le fue muy bien). Cuando decimos que nuestro cuerpo es un Templo, no lo decimos desde la vanidad, sino porque es el vehículo que acoge a nuestro espíritu en este plano de existencia. Y para poder materializar esos ideales, hay que estar vivos. Ya volveremos luego a retomar desde donde dejemos ahora, para continuar con lo que quede pendiente. Pero hasta entonces, aprendamos a no padecer los IDEALES sino a CONSUMARLOS EN SALUD Y MUUUUUUCHO AMOR. Es UN ESTILO DE VIDA Y UN ESTILO DE PARTIDA TAMBIÉN.


Al GRAN PUEBLO ARGENTINO...SALUD!.
Desde el alma y con el corazón.
Liliana Marcela Pérez Villar.