domingo, 3 de enero de 2010

EL DÍA DESPUÉS.


Bueno…y aquí estamos entonces…lo logramos. Culminamos el año 2009 e iniciamos el 2010. ¿Y quién lo iba a decir? ¡Parece mentira, pero no se acabó el mundo! ¡A pesar de todos los esfuerzos de gran parte de la humanidad…aún seguimos aquí! Si, aunque usted no lo crea. Los saludos interminables de buenos augurios, deseos de felicidad, encuentros con los parientes que no se soportan, fiestas a las que no se desea ir, visitas indeseadas, comidas opíparas, alcohol para incendiar a Troya con caballo y todo, y varios etcéteras, ya es tiempo pasado. Todos los años deseamos escuchar que no ha habido registros de accidentes por pirotecnia, que no se ha atropellado a ningún peatón, ni motociclistas, ni choques de autos, ni micros de larga distancia, debido a una excesiva ingesta de alcohol; que no se han escapado las mascotas aterrorizadas por los cohetes y bombas de estruendo, que tampoco han fallecido a manos de sus propios dueños, que en su afán de salir corriendo a festejar, los han medicado mal, seguramente con lo primero que encontraron o dentro de un amplio repertorio en ketamina, dejándolos como cuando un ser humano esnifa cocaína ... Valium, Librium, Xanax y ... ¿Qué sucede el día después? Cuando la resaca pasa, volvemos a la vida de todos los días, cuando progresivamente se va recuperando el sentido o parte de él. Sorpresivas sorpresas sorprendentes, que no deberían ser sorpresas. No falta quien decide después de brindar, subirse al auto y mandarse a la ruta como si estuviera fresco. Y allí empiezan los llantos. “¿Cómo vas a manejar en ese estado?”-“Parecía que estaba sobrio!” –“¡Deberíamos habernos quedado con Bobby, pobre Bobby!” –“¡Yo te dije que no teníamos que llevar el auto!” –“¡Pero cómo se nos iba a ocurrir que un tirito al aire podía caer en la cabeza del vecino!” –“¡Hay que tener mala suerte!” –“¡Pero cómo no le puso protección a la pileta!” “¿Viste?” Y la lista es infinita. Todos los años las mismas historias que ya aburren verdaderamente. La época del año en que más infartos hay. La época del año en que más Basura se genera. La época en que se contemplan los divorcios, las separaciones, donde las relaciones se plantean como desechos también, relaciones descartables. Es increíble ver todo lo que se tira, se desperdicia, se mal gasta, se descarta. ¡La cantidad de gente que podría alimentarse con tanto desecho, antes de ser desecho! ¡La cantidad de gente que sería feliz con su pareja, si no fuera su pareja en los papeles nada más o usted mismo.
¿Quién ha pasado las fiestas en Paz? ¡Divertidos, divertidísimos, pero en Paz! ¡Es que no hay necesidad de tirar al mundo por la ventana cada fin de año, cada Navidad! ¡Al día siguiente, hay que pasar a buscarlo por donde se lo ha tirado! Y por lo general…sólo quedan migajas, desperdicios. Ustedes ni se imaginan los dramas, los pactos, los acuerdos y desacuerdos, los padecimientos que llegan a la consulta, por lo que estas fiestas traen consigo, si no hay una verdadera y legítima conexión vertical que nos diga: “¡Ps, ey, vos, tu, usted…ES POR ACÁAAAAA!” ¡Es que no es cuestión de salir como locos a tirar petardos, a emborracharnos, a hacer lo que no hacemos nunca! Da ganas de gritar: “¡Paren el mundo que me quiero bajar!”. Me puse a pensar en cuál es la causa que puede llegar a producir esta sensación de desespero histérico y me surgió la palabra MIEDO. El vivirlo como un final y no como la culminación de un ciclo. Final, algo que termina, que muere. Cataclismo. Fatalidad. Fin del mundo. Profecías. Miedo a estar solos. Miedo a sentir que nadie nos quiere, que no tenemos amigos, familia, vecinos, conocidos… A tal punto que no podemos hacernos responsable de seres que amamos todo el año y que ese día dejamos abandonados, atados, dopados… Pero si Bobby es tu “cosita preciosa” todos los días, ¿Por qué abandonarlo justo cuando más te necesita? ¡Hay 364 días más en el año para festejar, en caso de no ser año bisiesto! ¿Por qué no ser fieles a lo que amamos y a lo que asumimos como nuestra responsabilidad? ¡Eso es MIEDO! ¡A revolear la chancleta que se acaba el mundo! Y cuando amanece y el mundo sigue…mmmmmmm…lamentaciones, llantos, vergüenzas, arrepentimientos, embarazos…
¡Qué tal, si desde ahora, en lugar de ponernos a meditar y a orar 10 minutos antes de las fiestas, nos comprometemos a ser fieles a lo que amamos? Quieren bailar…bailen, quieren brindar…fenómeno, quieren comer cosas ricas…fantástico, quieren hacer los que se les venga en ganas…todo bien. Pero CON RESPONSABILIDAD. Podemos decir que somos adultos y podemos hacer lo que sea, porque estamos grandes. O podemos decir que como adultos, además de hacer lo que nos entusiasme, vamos a ser cuidadosos con nosotros mismos y con los demás. Mi felicidad nunca puede depender de la infelicidad de otro. ¿Cómo ser feliz dañando a alguien? CONCIENCIA. CUIDAR LA VIDA. RESPETAR. VELAR. CELEBRAR. PRUDENCIA. AMOR. “ERES RESPONSABLE DE TU ROSA”. TODOS SOMOS MADRES Y PADRES DE TODO LO QUE NOS RODEA. CUIDÉMOSLO. DE ESO SE TRATA, DE HONRAR LA VIDA. ¡Feliz inicio a todos desde el alma y con el corazón!
Liliana Marcela Pérez Villar.